El año comenzó como se despidió 2020, con restricciones. La tercera ola ya ha llegado y la aplicación del protocolo afectará tanto a fiestas populares como a celebraciones religiosas. Mientras la Reconquista y el Entroido penden de un hilo, las primeras cancelaciones llegaron con las romerías del invierno, que se quedan sin su parte lúdica, pero mantienen los oficios religiosos y sus rituales tradicionales.
Hoy es el día grande de San Amaro en Matamá, la primera romería del año. Sacarán la imagen del santo a la puerta de la capilla para recibir a los fieles y permitirles completar la costumbre a partir de las 8:30 horas. Los devotos se encomiendan para sanar los males a los huesos y el reúma. Dan un número impar de vueltas al templo con el exvoto del miembro enfermo y después los dejan junto a la imagen. En ningún caso se podrá entrar en la capilla por su reducido tamaño.
En la iglesia parroquial se oficiarán seis misas: a las 9, 10, 11 y la solemne a las 12 horas aunque sin procesión, y por la tarde, a las 17 y 18 horas. El aforo máximo está limitado a 40 asistentes. Los domingos dedicados al santo quedan reducidos a uno, el próximo, donde se celebrará un oficio especial a las 17:30 horas.
“Habrá cocido por San Amaro pero cada uno en su casa, será una fiesta rara sin furanchos, pero no estamos para arriesgarnos a nada”. Así, el presidente de la comisión de fiestas, Cristian González afirma que ya en noviembre decidieron cancelar. “Tendríamos que haber iniciado los preparativos en diciembre con los pedidos y la programación del festival folk, pero no lo consideramos conveniente”.
Cada año el relevo lo toma As Candelas de Castrelos, el 2 de febrero. La imagen no saldrá del templo románico, por lo que en esta ocasión no se podrá pronosticar la duración del invierno según el tiempo que haga durante la procesión, tal y como establece el dicho: “As Candelas chora, o inverno vai fóra; As Candelas rí, o inverno está por vir”.
Tampoco habrá cocido popular, ni se instalará la carpa, aunque sí se cumplirán con la liturgia. “En las celebraciones religiosas no hay cancelaciones, ni vacaciones, el fervor no descansa”, apunta el párroco, Ramiro Lamas. Señala que habrá culto, aunque con menor frecuencia y menos feligreses. Serán cinco misas, tres de mañana y dos de tarde. La solemne tendrá lugar a las 12:30 horas, tras la que se hará el rito tradicional de la presentación del niño Jesús en el templo con la suelta de las palomas. Previamente se realizará el saludo con la reverencia de los pendones, bajo la interpretación de la danza secular de “O encontro”. “Solo acudirán cuatro sacerdotes y no vamos a quitar los bancos para tener controlado el aforo”, puntualiza el párroco, que afirma ser consciente de la devoción que despiertan estos santos. “Yo invito a la moderación y al culto de la novena que tiene una perspectiva de mayor profundidad de fe, donde dedicaremos jornadas a la conciliación, a las ofrendas y también a una recaudación penitencial”.
Lamas señala que este año, con motivo del coronavirus, desde la parroquia de Castrelos se invoca a San Roque. Asimismo, todos los miércoles se oficia una misa a las 10 horas bajo la advocación de San Blas, con la bendición de los enfermos el último de mes, “por lo que no hay que limitarse al día de la romería”.
Al día siguiente, el 3 de febrero, es del día grande de San Blas en Bembrive. Es la romería más popular de la ciudad y convoca cada años a miles de devotos del santo y del cocido. Desde la Entidade Menor de Bembrive, el alcalde pedáneo, Marcos Castro, confirma la cancelación. “Ante la situación actual, la comisión de fiestas renunció a organizar nada, tampoco abrirán los furanchos”.
Como en sus predecesoras, se mantendrán los oficios religiosos. Con un aforo limitado, al tercio de su capacidad se oficiarán también en horario de mañana y tarde, sin procesión. La costumbre lleva a los fieles a pasar los pañuelos por la imagen de San Blas buscando la protección para los males de garganta. En las condiciones actuales aún no se sabe si se podrá mantener el ritual.
Caballero: “Todo indica que no habrá Reconquista ni Entroido”
La tercera ola del covid en Vigo genera ya las primeras dudas sobre la posible celebración del Entroido y la Festa da Reconquista. Abel Caballero señaló en rueda de prensa que “la perspectiva es muy mala en el contexto de un repunte del covid, tanto para el Entroido como para la Reconquista el próximo 28 de marzo”.
Pese a todo, el alcalde no quiso aventurarse a confirmar una suspensión de estas fiestas e indicó que “hoy todo señala que no se van a celebrar, pero vamos a esperar”. Preguntado por un posible aplazamiento de la Festa da Reconquista, Caballero señaló que “todo se puede estudiar y ver”, pero lo que tiene claro es que en su fecha habitual, el 28 de marzo, “todo señala a que no se va a hacer”. La asociación de vecinos del Casco Vello, organizadores de la fiesta, mostraron su intención de mantener la edición. En la reunión mantenida esta semana, aseguraban estar estudiando todas las posibilidades, tanto de fechas como de ubicaciones.
El alcalde instó a la población a seguir las normas sanitarias ante el incremento del número de enfermos.n
