El hospital Ribera Povisa designará una nueva dirección, en esta ocasión con Ángela Guerra al frente, hasta ahora en Vithas. Doctora en medicina, su currículum señala que acumula 20 años de experiencia en el sector sanitario y ha desempeñado a lo largo de su carrera profesional funciones directivas en distintos hospitales.
Hace dos años aterrizaba en Vithas, que ahora abandona para hacerse cargo de un centro sanitario único en España por su doble condición de asistencia privada y centro de referencia público para un tercio de la población del área sanitaria de Vigo. Un hospital que pasa por continuos sobresaltos desde que en 2019 la familia Silveira lo vendió al grupo Ribera, que a su vez ha sufrido cambios de calado en su accionariado con la entrada de una firma francesa, Vivalto Santé, que se ha hecho con la mayoría.
Uno de los asuntos encima de la mesa, quizá el más urgente, la complicada renovación del concierto con el Sergas, que ya finalizó el pasado verano y fue prorrogado por otro año, sin posibilidades de alargar más su duración. De su extensión depende la continuidad del hospital tal y como es en la actualidad, con una plantilla muy amplia (la segunda empresa de Vigo, tras Stellantis), ya que más del 70 por ciento de sus ingresos proceden del acuerdo con la Xunta, que a cambio transfiere unos 125.000 pacientes potenciales. Desde que Ribera está al frente el hospital ha tenido cuatro gerentes, comenzando con María Luisa Brandt, del equipo anterior, y José David Zafrilla y Rafael Cabadas y ahora Ángela Guerra.
