La graduada de la primera promoción (2016-2020) de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica de la UVigo Uxía García presentó la que fue la primera tesis de doctorado en el área de ingeniería aeroespacial de la institución. Su trabajo se centró en el estudio termo-elástico de la plataforma de apuntado de telescopios espaciales.
La tesis, presentada la pasada semana en el campus de Ourense, se hizo en el marco de la Escuela Internacional de Doctoramiento (Eido) de la UVigo y del Programa de Doctorado en Tecnología Aeroespacial: Ingenierías Electromagnética, Electrónica, Informática y Mecánica. Se tituló “Thermo-elastic study of the pointing platform for space telescopes” y estuvo dirigida por el docente de la Escuela de Telecomunicación Fernando aguado, director del citado programa, y por Fermín Navarro.
Desde que finalizó su carrera, esta ingeniera aeroespacial, la primera de los estudiantes del grado que se estudia en la UVigo, colabora con el grupo Aerospace Technologies Research Group, contando con una beca de la Xunta. “Al principio llevaba a cabo tareas principalmente relacionadas con el desarrollo del proyecto europeo WiPTherm, en el que estábamos a cargo de integrar un dispositivo novedoso de Wireless Energy Transfer a bordo de un Cubesat”, señala. Estas tareas le permitieron formarse en sistemas espaciales, así como en el desarrollo de campañas de validación experimental tanto de vibraciones como de vacío térmico. “Con el transcurso del tiempo, tuve la oportunidad de participar en otros proyectos como el desarrollo de análisis termo-elásticas para el Instituto de Astrofísica de Canarias, que dieron lugar a mi tesis”, comenta la investigadora.
Sobre el contenido de esta, Uxía explica que “la industria aeroespacial está experimentando un cambio de paradigma marcado por una disminución de los costes de lanzamiento y la estandarización de pequeños satélites”. En este contexto, su investigación se centra en “cerrar la brecha tecnológica en la precisión de apuntado de estos satélites para potenciar sus capacidades”. El apuntado es la capacidad de un satélite para no desviarse de la orientación, para lo que es necesario prestar atención a todas las fuentes del posible error, siendo una de ellas las perturbaciones termo-elásticas, que pueden afectarle significativamente.
