El nuevo dueño el hotel Bahía cambiará la fachada para aumentar su categoría

Dos de las ideas que se plantearon por la propiedad y que se podrían aplicar ahora. Por un lado, convertir la terraza en un espacio abierto y un mirador. Por otro, cambiar la fachada por completo.
photo_camera Dos de las ideas que se plantearon por la propiedad y que se podrían aplicar ahora. Por un lado, convertir la terraza en un espacio abierto y un mirador. Por otro, cambiar la fachada por completo.
Rafael Ferreiro, propietario del Riazor, el Compostela y el Gelmírez, proyecta una transformación radical del emblemático hotel, que prevé también en lo alto del edificio de 17 plantas una cafetería acristalada y el mirador Skyline Vigo, con ascensores independientes para que vigueses y turistas disfruten de las mejores vistas a la Ría

El Bahía ya ha cambiado de manos oficialmente, tal y como adelantó este lunes ATLÁNTICO, tras el acuerdo absoluto con los hasta ahora propietarios, una sociedad cuya cabeza visible era César Sánchez Ballesteros, presidente a su vez de la federación provincial de hostelería. El acuerdo, cerrado definitivamente ayer aunque el domingo ya se daba por fijo, incluye la adquisición de acciones de los otros socios para que la empresa entrante se haga con el control total. La nueva empresa del Bahía es propiedad de Rafael Ferreiro, quien cuenta con el Compostela y el Gelmírez en Santiago y el Riazor en A Coruña, hoteles que modernizó en su momento. En el caso de Vigo prevé una auténtica revolución para el histórico establecimiento, que acaba de cumplir medio siglo de existencia. No solo un cambio total en la gestión, sino sobre todo en la imagen del edificio, que claramente ha quedado obsoleta. El hasta ahora propietario tenía un plan para una reforma integral que no llegó a poner en marcha y que contemplaba además de una nueva fachada, el uso de la terraza como mirador y zona de copas, incluyendo la instalación de ascensores exteriores.

 

 

Lo que se sabe es que la nueva dirección va por ese camino y que la primera decisión será poner en marcha la reforma integral del Bahía, tanto por dentro como por fuera para darle una imagen acorde con el siglo XXI y mejorar al mismo tiempo su categoría, ahora de cuatro estrellas y dos llaves como apartamentos turísticos. El edifico cuenta con 17 plantas y una terraza y el plan proponía aprovechar la cubierta para disponer de un mirador sobre el Puerto desde la que se vería toda la ría de Vigo, así como el Casco Vello para contar con una "una visión nueva, espectacular e inédita de la ciudad de Vigo". La intención sería convertir al Bahía en un nuevo icono. Ya forma parte de su paisaje urbano, por su posición en la fachada marítima, pero este nuevo mirador estaría conectado directamente con el centro y con el Muelle de Trasatlánticos, el punto donde desembarcan los cruceristas y desde el que se podría acceder por una pasarela peatonal. La idea, además, es que el mirador sea independiente del hotel, sirviendo de punto de encuentro entre vigueses y turistas, que podrían disfrutar de las impresionantes vistas sin necesidad de estar alojados.

70 hoteles y casi 4.700 plazas en un sector que se mueve

En Vigo hay a día de hoy un total de 70 hoteles, hostales y pensiones abiertos, de todas las categorías. Entre ellos, 15 de al menos cuatro estrellas. El primero fue el Bahía y el último, el Attica 21, en Samil, que se ha convertido también el mayor de la ciudad, y el primero en lograr la calificación de 4 estrellas Superior, un nivel intermedio entre 4 y 5. El Bahía también optará a ella en su nueva etapa. El movimiento en el sector hotelero ha sido intenso. Antes de concretarse esta operación, la más llamativa por la importancia histórica del Bahía, destacó la compra (en realidad es un acuerdo algo más complejo) del México por la compañía Barceló: ahora se denomina Occidental. Lo cierto es que los movimientos son continuos, y entre ellos se encuentra la remodelación de antiguos hoteles, para ganar calidad y estrellas. En Vigo hay 2.578 habitaciones disponibles y un total de 4.678 plazas durante los meses de verano, cuando la ocupación está al máximo. En cuanto a las plantillas, en agosto había 568 personas trabajando, cifra que baja durante el otoño y el invierno.

Ballesteros buscará "con calma" otros negocios

César Sánchez Ballesteros, hasta ayer al mismo tiempo propietario y director del Bahía, no ha querido apenas hablar sobre la compraventa, entre otros motivos para respetar el acuerdo de confidencialidad con la firma entrante. Así que se ha limitado a señalar que su idea es continuar en el negocio hostelero, aunque probablemente con otra ocupación todavía por definir. “Voy a tomarlo con algo de calma y ver las opciones que se presentan, pero voy a continuar, buscando una inversión que me convenza”, señaló. 

Ballesteros era la segunda generación al frente del hotel, lo que también pesó a la hora de dar el visto bueno a la venta. “Tengo 56 años y el Bahía ya cumplió medio siglo de existencia, es una relación muy estrecha y no ha sido fácil tomar decisiones”, apuntó. 

También prevé continuar al menos por el momento en la dirección de los hosteleros de la provincia, dada su proyección mediática, acentuada durante el covid, cuando se convirtió en portavoz e imagen permanente de las quejas del sector, la última hace unos días por el precio de la energía. “Tengo la intención de seguir en el tema asociativo”, reconoció César Ballesteros.

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