El informe policial del móvil de Déborah: un año para concluir con 9 líneas

Cartel de justicia para Déborah.
photo_camera Cartel de justicia para Déborah.

El examen del telefóno atribuido a la joven de Alcabre,  realizado por el laboratorio tenológico de la Policía concluye que no hay contactos, llamadas o  mensajes SMS

Un año después de que el Juzgado de Instrucción 2 de Tui acordara el examen del móvil de Déborah Fernández, cuyo cadáver apareció en una cuneta en 2002, la Policía ha remitido su  informe de solo nueve líneas con unas conclusiones previsibles: en el terminal no se ha encontrado información ni de contactos, ni de llamadas, ni de mensajes SMS. 

 

El  teléfono, un Nokia, apareció en dependencias de la Comisaría de Canillas en Madrid, casi 20 años después de su entrega por parte de la familia de la víctima. El hallazgo sorprendió incluso a los investigadores del grupo de Homicidios de la UDEV Central, que hasta ese momento no tenían claro si lo habían extraviado o nunca lo llegaron a tener. Lo que en un principio generó cierta esperanza sobre un posible avance significativo en la búsqueda de pistas para hallar al responsable de la desaparición y muerte de la joven de Alcabre se desvaneció en segundos al comprobar que dicho móvil carecía de tarjeta SIM.

 

Ante la dificultad de poder extraer datos sin la tarjeta, el juzgado ordenó su análisis en el laboratorio  tecnológico de la Unidad Central de la Comisaría General de Policía para, para que, utilizando los medios a su alcance examinaran el móvil con el objeto de poder encontrar información. Sin embargo, los expertos policiales no han hallado nada en el Nokia, al constatar que no tenía tarjeta y no había información en el aparato. El modelo de hace más de veinte años almacenaba la mayor parte de datos en la memoria externa, que es la que sigue desaparecida.  Lo que sí se ha confirmado es que dicho móvil era el de Déborah.

Concentración de apoyo pidiendo justicia para Déborah ante el juzgado de Tui en 2021.
Concentración de apoyo pidiendo justicia para Déborah ante el juzgado de Tui en 2021.

La madre siempre aseguró que había entregado el móvil de su hija a dos agentes y que recuerda cómo extrajeron la tarjeta SIM, introduciéndola ellos mismos en un sobre con el objetivo, según le dijeron entonces, de que no se perdiera. 

El resultado, cuya espera fue una de las razones por las que se prorrogó la causa pese a la oposición de la familia, era previsible, después de que peritos de Lazarus Technology hicieran pruebas con prototipos sin obtener resultado alguno.

Prueba de ADN

Por otra parte, también fue notificado la realización de la toma de ADN del único investigado, la segunda diligencia que quedaba pendiente. Se hará, según informó el equipo legal de la familia, sin presencia de sus letrados, una resolución que fue ratificada por la Audiencia provincial de Pontevedra.

Indignación de los abogados: lo tenían hecho hace meses

Los abogados de la familia de Déborah mostraron su indignación por el tiempo que tardó la Policía en remitir el informe al juzgado pese a haberlo finalizado hace meses y por lo escueto del mismo. Según afirmaron, el informe está firmado en septiembre de 2023, pero no fue enviado hasta el 15 de enero,  "constando solo de nueve líneas y sin dar explicaciones de las actuaciones llevadas a cabo, cuando además la Policía  se negó a que los peritos de las partes estuvieran presentes cuando se llevara a cabo la pericia,  obteniendo el apoyo del juzgado. Se da la circunstancia de que dicho informe está fechado antes de que finalizara la última prórroga que se amplió a la espera del mismo. 

Por otro lado, y sobre el ADN, los abogados recordaron que esta prueba había sido solicitada por ellos, pues consideraban que la obtención de la muestra del investigado efectuada en 2002 era “irregular al no haber dato fehaciente de que fuera a él a quien se había tomado el ADN" y la de 2010 o bien no se remitió al Instituto de Toxicología o bien su resultado no se unió a las actuaciones al no constar. “Conscientes de que no va a aparecer el ADN de nadie que concuerde con el de semen hallado en el interior de Déborah y en un pañuelo que había junto a su cuerpo, pues a nuestro juicio el semen se puso para despistar, se renunció a la prueba para que ello no fuera motivo para prorrogar la causa, a lo que no accedió el juzgado”.

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