Las intensas lluvias suben el nivel de Eiras y recuperan Zamáns

Las intensas lluvias de los últimos diez días han provocado el efecto esperado que han permitido recuperar el nivel de los embalses de Baiona y Zamáns, que se encontraban en torno al 50 por ciento de su capacidad o incluso por debajo en el segundo caso. Eiras, por su parte, que nunca estuvo en peligro, subió ligeramente y se sitúa en lo habitual para otoño. En las dos últimas semanas Vigo ha recibido un total de 244 litros, en tanto que Fornelos, donde se encuentra Eiras, se acerca a los 400 litros, en su condición de la zona de mayor pluviometría de toda Galicia y entre las principales de toda España. Eiras, que da servicio a todo el área metropolitana vigués, se encuentra desde ayer, según datos de Augas de Galicia, al 78,2 por ciento, cerca de sus valores normales para la temporada, con un incremento de tres puntos en una semana. Zamáns, que suministra a Nigrán y partía del 59 por ciento, subió hasta el 65,8, también acercándose a sus aforos habituales, en tanto que la presa de Baiona, que se encontraba en mínimos, subió del 33 al 44,5 por ciento.

La diferencia en el distinto comportamiento se debe al tamaño de cada una de las instalaciones, siendo el embalse de Eiras el mayor de Galicia, diez veces más que Zamáns y este a su vez otro tanto sobre Baiona, zona que la Xunta decretó en prealerta de sequía a finales del pasado verano, como también el área de A Coruña. En esta última zona las lluvias han sido menos intensas, por lo que todavía se encuentra con la presa en bajo nivel, apenas al 49 por ciento. Vigo no tendrá ningún problema con el abastecimiento en lo que resta de año y al menos los cuatro o cinco primeros meses de 2024. Desde noviembre hasta abril, Augas de Galicia, departamento de la Xunta, mantiene Eiras a un máximo del 80 por ciento, o incluso por debajo, para evitar desbordes.