La intensa lluvia dejó Vigo sin cruceristas

Como se había anunciado (alerta naranja), la mañana de ayer estuvo pasada por agua como en ninguna otra jornada anterior, con 34 litros en el centro de la ciudad. De haberse mantenido el ritmo habría sido el más lluvioso del año, pero por la tarde mejoró el tiempo pese a que los pronósticos insistían en que se mantendría la inestabilidad y las tormentas. No obstante, el mal estado del mar y la lluvia intensa fueron argumentos suficientes para que el “Carnival Jubilee” siguiera camino y eludiera su escala en Vigo, que iba a ser inaugural. No es un buque cualquiera, sino el mayor que iba a amarrar en el puerto este año entre los cruceros, con 345 metros de eslora y unos 5.000 turistas marítimos a bordo que acabaron desembarcando en Canarias.

Son 5.000 menos para la estadística anual de tráfico de pasajeros, que finalizará en 210.000 probablemente si se confirman las dos escalas que restan, ambas del “Arcadia” los días 19 y 24. En cambio, sí se mantuvo la arribada del “Ventura”, la última del año, siendo y con diferencia el buque que en más ocasiones hace parada en la Estación Marítima viguesa. En esta ocasión con unos 2.000 viajeros a bordo -en su práctica totalidad británicos- que se mojaron en una mañana terrible. Pero pese a todo, la mayoría optó por salir del barco y conocer el centro de la ciudad, incluyendo el montaje navideño, aunque apagado a esas horas. No faltaron fotos en el castillo del Castro y Porta do Sol, en ambos casos bajo un torrente de agua. En cambio, la temperatura subió mucho respecto al gélido día anterior, con una mínima de cinco grados, rozando los 19 a mediodía.

El día fue de intensas precipitaciones en todo el área de Vigo y la provincia de Pontevedra. En Porriño se recogieron 42 litros y 66 en Tui, como en Fornelos. Y el récord gallego fue en esta ocasión para Ponte Caldelas, que también limita con la presa de Eiras, donde se alcanzaron 80 litros. Los aliviaderos y desagües de la presa que abastece Vigo volvieron a funcionar a pleno rendimiento, dejando miles de litros por segundo.

Aunque un gran crucero decidió pasar de largo por el mal tiempo, el puerto funcionó a pleno rendimiento y de nuevo con cuatro portacoches en Bouzas, que ahora tiene capacidad para recibir hasta cinco, el límite de su operatividad hasta que se amplíe, aunque en función del tamaño. Un buque que tenía que operar en la terminal de Bouzas permanecía mientras tanto fondeado en la Ría a la espera. De momento, el mayor recibido en los muelles boucenses alcanzó los 238 metros, hace apenas unos días.