La innovación en la cocina no tiene límites. Albano Costas y su heladería Mamma Mía, tampoco. El restaurador anunció que, para la fiesta de los callos que se celebrará a partir del viernes en la villa de Bouzas, realizará un helado temático en honor a la celebración. Un helado de callos que no gustará a todo el mundo, pero que generará expectación y extravagancia para los visitantes. “Hago de todo, me gusta crear helados raros y, aunque no pretendo vender más, los fieles a ese sabor seguro que lo consumen”, apuntó Albano, que en esto de la innovación helada ya se considera un experto: “Para la Brincadeira realicé uno de la cerveza 1906, y alguna vez hice alguno de ensalada”. No es la primera vez que lo realiza. La anterior edición también lo fabricó y, para su sorpresa, “gustó bastante, así que esta vez lo hago también. Pero no para tenerlo en carta todo el año, solo en ocasiones especiales”.
Una receta que se sirve de productos frescos comprado en la propia villa, con una elaboración de callos y “un toque dulce porque le incorporo azúcar”, aunque el toque final es totalmente secreto. Con un público más infantil que adulto, gracias a su ubicación en la propia plaza de la Alameda, “es verdad que muchos son los que se acercan a probarlos cuando hago algún helado temático, aunque por norma general no los tengo en carta ni los voy a incluir”. Existen aciertos y también fallos en las diferentes creaciones. “Una vez hice uno de percebes que estaba malísimo. Era horroroso”, confesó Albano, que seguirá dejando volar su imaginación porque “cuando voy a los sitios, me gusta probar todo”.
