Galicia y Portugal reclaman de forma conjunta el AVE Vigo-Oporto para 2030

Alta velocidad

El presidente de la Xunta, el alcalde de Oporto y el presidente de la región Norte de Portugal firmaron un manifiesto que exige un calendario de inversiones para que el proyecto no se siga aplazando

Representantes políticos, sociales y económicos participaron en el acto de la Xunta en Vigo encabezado por Alfonso Rueda.
Representantes políticos, sociales y económicos participaron en el acto de la Xunta en Vigo encabezado por Alfonso Rueda.

La Euroregión de Galicia y norte de Portugal se dio cita ayer en Vigo para reclamar de forma conjunta al Gobierno de España la conexión en alta velocidad ferroviaria a través de la Salida Sur con un calendario detallado de inversiones y obras con el fin de que esta infraestructura pueda estar en marcha en 2030.

Así se trasladó de forma unánime en un acto cívico organizado por la Xunta que contó con la presencia de representantes políticos de ambos lados de la frontera como el presidente gallego, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo; el presidente de la Diputación, Luis López; pero también representantes del país vecino como el presidente la región Norte de Portugal, António Cunha; el alcalde de Oporto, Rui Moreira; o Nuno Almeida, director de la AECT Galicia-Norte de Portugal. Todo ello con la presencia de entidades empresariales, sociales o deportivas de los dos lados de la frontera que llenaron el auditorio de Afundación, dejando gente fuera.

En su intervención, Alfonso Rueda subrayó que la conexión ferroviaria de alta velocidad no solo es crucial para el crecimiento económico y social de la Euroregión y sus 6,5 millones de habitantes, sino también para el fortalecimiento de Europa en su conjunto. “Portugal lo tiene clarísimo, y esa es una parte de la ecuación, las dos son necesarias, no hay tiempo que perder”, aseguró. “En este acto ni se escucharon insultos, ni ultimátums, ni exigencias, ni se escarbó en el pasado”, destacó en respuesta a las críticas y la petición de disculpas de Abel Caballero , que no estuvo presente.

Rueda expresó su preocupación por el estado actual de la conexión ferroviaria entre Vigo y Oporto, afirmando que el tren Celta “no es digno de este siglo” y que las averías frecuentes desaniman a los viajeros. “¿Cómo sería si el tren estuviera a la altura de la gente que lo quiere utilizar, pasar de dos horas y media a menos de una hora?”, se preguntó el presidente gallego, apelando a la modernización de la infraestructura.

Rueda también hizo hincapié en la importancia de un compromiso claro y efectivo por parte de los gobiernos de ambos países, y reiteró que la inversión en la alta velocidad debe generar consenso más allá de los cambios políticos. “Trasladé esta prioridad al ministro de Transportes y al presidente del Gobierno cuando estuve en la Moncloa. No tenemos nada en contra de Madrid, pero sí empezamos a tenerlo si pasa por encima de la conexión realmente efectiva, por donde están las personas”, afirmó en referencia a que el presidente Pedro Sánchez diese prioridad al AVE entre la capital española y Lisboa en la última cumbre ibérica, declaraciones que esta semana rectificó el secretario de Estado de Transportes.

El presidente gallego concluyó su intervención exigiendo “un calendario detallado de inversiones, planificación de obras con presupuestos, que se pueda fiscalizar y permita comprobar si es cierto o no, en ambas partes. Un impulso real a esos trámites que llevan tantos años en el cajón. Es el momento de empezar a poner vías”, zanjó.

Empresarios a ambos lados de la frontera coinciden: “Es cuestión de competitividad”

Durante el acto también intervinieron representantes de los empresarios de Galicia y Portugal, que coincidieron en la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras para garantizar la competitividad de la Euroregión.

Iago Domínguez, gerente del Clúster de la Función Logística de Galicia, subrayó la importancia de la conexión ferroviaria para el futuro del transporte, destacando que el ferrocarril es fundamental para la competitividad territorial de la Euroregión en el ámbito de las mercancías. “Es una cuestión de competitividad territorial para toda la Euroregión”, afirmó Domínguez, quien también señaló la diferencia en tiempos de viaje entre Vigo y Oporto: mientras que en coche son 150 kilómetros y hora y media, en tren actualmente la distancia se alarga a 177 kilómetros en más de dos horas y veinte. Abogó por la mejora gradual de la infraestructura, destacando la Salida Sur de Vigo como una fase que optimizaría los tiempos de transporte y mejoraría la operativa tanto de mercancías como de pasajeros. Además, señaló que también revertiría en una reducción de los tiempos de la conexión ferroviaria entre Vigo y Ourense a través de la vía del Miño.

María Borrás, presidenta del Círculo de Empresarios de Galicia, señaló que con más de 12.500 trabajadores cruzando la frontera a diario, esta conexión fortalecería la competitividad de la región. “Tenemos que hacer esa fuerza entre todos para que llegue cuanto antes”, dijo Borrás. Jorge Cebreiros, presidente de la Confederación de Empresarios de la provincia, insistió en que no deben caer en la complacencia tras declaraciones positivas sobre la conexión ferroviaria. “No puede volver a pasarnos que tras las declaraciones nos confiemos, caigamos en la complacencia y pensemos que nuestro trabajo ya está hecho”, alertó.

Luis Ceia, presidente de la Confederação Empresarial do Alto Minho, destacó la oportunidad única que representa esta conexión para la región. “Nos jugamos todos mucho”, afirmó Ceia, exigiendo que el AVE esté operativo a más tardar en el año 2032.

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