Los propietarios se arriesgan a multas y prefieren soltar los perros en las playas

El arenal de Samil es uno de los sitios más frecuentados por los dueños de canes para soltarlos pese a la prohibición de la nueva ley

Publicado: 27 nov 2023 - 06:00 Actualizado: 27 nov 2023 - 09:57

Es habitual ver por el arenal de Samil a perros paseando sin correa.
Es habitual ver por el arenal de Samil a perros paseando sin correa.

La polémica ley de protección animal prohíbe que los perros anden sueltos por espacios públicos o por lugares privados de acceso libre como parques naturales. Las multas por llevarlos sin correa puede oscilar entre los 700 y los 300 euros. Sin embargo, gran parte de los dueños de mascotas consultados por Atlántico optan por arriesgarse ante la felicidad que le aporta al animal correr libre. El arenal de Samil fuera de temporada es un lugar frecuentado por paseantes con mascotas. Ayer, Antonio jugaba a tirarle el palo a ‘Bihotza’. “Vivo en Ourense y es la primera vez que viene a la playa y está encantada”. Natural de País Vasco, desconocía que estuviese prohibido llevar al perro suelto. “En San Sebastián puede sacarse cuando no es época de bañistas”. Afirma que “es una perra muy tranquila”, mientras la deja a su aire, aunque pendiente de ella y con la correa en la mano.

Uxía y Sole llevaron a ‘Lía’ a correr por Samil, conocedoras de lo que dictamina la ley. “Por el paseo siempre va atada, la dejamos por la arena si no hay mucha gente, nunca protestó nadie”. Ante la falta de parques caninos en Vigo, solo hay tres, propusieron uno en una zona verde de Barreiro, que fue rehusado. “Necesitan espacios libres que no tienen”. Álvaro y Abigail dieron una caminata por la orilla junto a sus perros, ‘Turco’ y ‘Sirr’, que marchaban sueltos a corta distancia. “A mí me da igual lo que me digan, no molesta a nadie, la única vez que me llamaron la atención fue un policía en Montero Ríos, no me importa la multa, los animales lo necesitan”, afirmó Álvaro. Antía también se animó a liberar a ‘Luffy’. “La llevo al parque o a la playa cuando hay poca afluencia. Aunque nunca me han dicho nada, sé que podrían multarme, pero me arriesgo porque ella es más feliz”.

Por el paseo, Héctor llevaba a ‘Ali’ con correa. “Creo que todos los perros deberían ir atados, de todas formas los perros suelen ser el reflejo de sus dueños, Ali está muy bien enseñada”. En su caso, no tiene necesidad de sacarla a espacios abiertos, ya que vive en una casa con finca.

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