Las farmacias viguesas, en el punto de mira: repuntan los atracos

Las farmacias siempre estuvieron en ese grupo de establecimientos de riesgo por ser objetivo de lo ladrones. Al igual que las entidades bancarias o las joyerías, sufrieron las consecuencias del consumo de heroína allá por los años 80, siendo una época donde los asaltos eran frecuentes. La situación se calmó durante décadas, aunque con algún que otro altibajo, y en el último año se ha vuelto a detectar un repunte en robos y atracos.

Los propios juzgados de Instrucción de Vigo han notado el incremento, al recibir, se calcula, entre denuncias y detenciones, una media estimada de cerca de dos mensuales en los últimos meses, según fuentes judiciales.

La situación no es única en la ciudad. Mientras en julio, la Policía desarticulaba una banda dedicada a desvalijar farmacias por toda España, en el área también se han extendido los robos. Desde septiembre, en menos de tres semanas, se registraron uno en Vigo, otro en Mos y un tercero en Moaña, estos dos últimos a punta de pistola.

El ocurrido en la ciudad, tuvo lugar en la calle Florida y la Policía Local pudo interceptar al individuo que llevaba una navaja pero que tuvo una forma muy peculiar de amenazar a los empleados. Acercó una nota en el mostrador en la que ponía: “Te comunico que esto es un atraco. Tan pronto intentes activar el sistema de alarma te rajo el cuello”. La resistencia del farmacéutico, llevó al delincuente, que llevaba una navaja, a huir del lugar sin conseguir llevarse la caja registradora. Fue localizado y detenido poco después en Coia por una patrulla.

Cerca de allí, en Fragoso, otro individuo lograba llevarse 400 euros tras apuntar con una navaja en el abdomen a la dependiente de una botica en el mes de mayo.

Los profesionales son conscientes de este repunte. Según explica, Ignacio Sánchez Otaegu, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra, “la percepción efectivamente es que hay una mayor incidencia” aunque explica que “son hechos no tan agresivos como los que se producían en los años 80”.

Añade que en la actualidad, “la gran mayoría de farmacias tienen sistemas de seguridad, cámaras que ayudan en la identificación de estas personas que en ocasiones causan serios destrozos en los establecimientos”. El Colegio además tiene su propio protocolo, “cuando ocurre un robo o un atraco se da aviso y desde el Colegio se informa a las farmacias cercanas de los hechos y de las características del individuo para que estén prevenidas”.

La Policía Nacional intensifica las inspecciones

La Policía Nacional ha intensificado en las últimas semanas sus controles en las farmacias para vigilar que se cumplen las medidas de seguridad obligatorias. Estos establecimientos están incluidos en el grupo de establecimientos que requieren de unas medidas específicas por ley, precisamente para evitar robos y atracos. En dicho grupo están los bancos, las joyerías, gasolineras, administraciones de loterías y apuestas.

En concreto, para las boticas las medidas son obligatorias únicamente cuando presten servicio nocturno o de urgencias. Para estos casos deben contar con un dispositivo de tipo túnel, bandeja de vaivén o bandeja giratoria con seguro, que tienen que estar ubicados en un elemento separador que impida el ataque a las personas que se hallen en el interior.

Los citados dispositivos podrán ser sustituidos por persianas metálicas, rejas homologadas, cristal blindado homologado, una pequeña ventana practicada en el elemento separador, o cualquier otro dispositivo con similares niveles de seguridad, según especifica el Ministerio de Interior.

En Vigo, los robos con violencia han descendido ligeramente respecto al año anterior, aunque apenas un 4%, con una cifra que llega a los 14 asaltos mensuales, mientras que en los robos con fuerza, los que se producen cuando los establecimientos están cerrados, las cifras se disparan hasta dos al día, según los últimos datos de Interior y una subida del 43%.

Tras la oleada de asaltos a bancos desde 2021, anulada con la detención de varios históricos de los años 80, la delincuencia habitual, la más frecuente, vuelve a fijarse en las farmacias.