Excelentes y compañeras de clase

Manuela (izquierda) y Sabela (derecha) fueron juntas al IES do Castro y lograron el Premio Extraordinario.
photo_camera Manuela (izquierda) y Sabela (derecha) fueron juntas al IES do Castro y lograron el Premio Extraordinario.
Dos alumnas del IES do Castro consiguieron el Premio Extraordinario de Bachillerato por su brillante expediente

El IES do Castro continúa celebrando los éxitos de sus alumnos. Si bien el pasado mes de junio se alzó como uno de los centros con mayor porcentaje de aprobados en la ABAU de la ciudad, ahora puede presumir de que dos de sus alumnas están entre los 20 agraciados con los Premios Extraordinarios de Bachillerato  que otorga la Xunta para reconocer la excelencia de los alumnos con mejor expediente de la comunidad. Además, es el único centro educativo con más de un premiado junto al prestigioso CPR Manuel Peleteiro de Santiago de Compostela, que tuvo tres.

Las dos premiadas del instituto situado en la Avenida de la Hispanidad son Manuela Villamarín y Sabela Martínez. Ambas han comenzado sus estudios universitarios este cuatrimestre en Salamanca y Madrid, respectivamente, y ambas no esperaban conseguir este reconocimiento a sus años de esfuerzo en el instituto. “Yo me presenté al examen sin prepararlo ni nada, para ver qué me salía”, explica Manuela, mientras Sabela confiesa que “fui a ver qué pasaba pero salí bastante poco contenta de allí”. 

Para acceder a esta prueba escrita, que consta de dos partes –un comentario crítico sobre temas de carácter general, histórico, filosófico o literario junto a un pequeño examen de inglés, común para todos los alumnos, y una segunda parte sobre las optativas de cada itinerario– es necesario tener una nota media superior a 8,75 en Bachillerato. Para Manuela, que estudió la rama de Humanidades, la parte más difícil de este examen fue el de inglés, sobre todo porque “no sabía qué esperar, pero tampoco consideré que fuese desorbitado”. Sin embargo, a Sabela el que más le costó fue el de Matemáticas: “Lo hice muy mal y fue la peor nota que tuve”. 

Explica Sabela que la prueba para el Premio Extraordinario es “diferente” a la ABAU, “primero, porque no llevas tanto tiempo preparándola y además aquí valoran más que sepas hacer las cosas a la memorización”.

Ahora, tras acabar la Educación Secundaria –y, sobre todo, el mal trago del Bachillerato–, estas estudiantes viguesas reflexionan sobre estos dos años en los que la presión de conseguir las mejores notas para estudiar algunas carreras está presente a todas horas: “Es normal que sientas el agobio y yo durante el último mes noté ese estrés”, comenta Manuela, “pero tampoco sufrí mucho agobio porque era consciente de todo lo que llevaba detrás y sólo me quedaba un pequeño esfuerzo más”. Por su parte, Sabela apunta que la dificultad de Bachillerato radica en la organización, “de hecho a mí me costó más primero que segundo por eso”, y añade que “no ayuda que se le diga a todos los alumnos que esos dos años lo vas a pasar fatal porque los asustas”.

El premio, además de un reconocimiento académico, consiste en 1.000 euros. Mientras Manuela tiene claro que quiere “ahorrarlos para una emergencia o un capricho en el futuro”, Sabela opta por “ir gastándolos para sufragar mis gastos”.

Ambas estudiantes han continuado su carrera académica lejos de Vigo y gracias a su brillante expediente han conseguido entrar en los grados que querían estudiar. Manuela está en la Universidad de Salamanca haciendo el doble grado de Traducción y Derecho. “Quería hacer esta carrera que sólo ofertan aquí y si no entraba, hacer al menos uno de los grados también en Salamanca”. Su idea es especializarse en traducción jurídica para dedicar su carrera laboral a ello: “Lo tenía claro desde hace tiempo”, confiesa.

Por su parte, Sabela también hace otro doble grado: Sociología y Relaciones Internacionales en la Complutense. “Estudio esta carrera porque era la que más me gustaba, pero todavía no sé qué hacer en el futuro. Ahora mi atención está puesta en sacar mis estudios adelante”, explica.

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