Evita en Vigo ir a prisión tras dejar morir de hambre a dos ovejas y una cabra

La vista se celebró en el Penal 1 de la Cidade da Xustiza.
photo_camera La vista se celebró en el Penal 1 de la Cidade da Xustiza.
El acusado aceptó una multa de 1.080 euros y un año de inhabilitación de posesión de animales en una vista por conformidad

Un hombre acusado de un delito de maltrato animal evitó casi dos años de prisión tras llegar a un acuerdo con el Ministerio Fiscal en una vista por conformidad celebrada ayer en el Juzgado de Penal nº1 de Vigo.

 

 

Los hechos que el ya condenado reconoció se remontan al período comprendido entre enero y agosto de 2022. Según relata el escrito del Fiscal, tenía diversos animales en la finca de una vivienda unifamiliar ubicada en Gondomar, y él era quien se ocupaba de su mantenimiento durante la ausencia de los propietarios. 

Aunque no se pudieron determinar fechas concretas, el Ministerio Fiscal señala que, durante esos ocho meses, se desentendió de su cuidado al no proporcionar a los animales alimento y agua de forma regular y precisa que los dejaba encerrados durante largos períodos de tiempo en un pequeño habitáculo construido bajo las escaleras con unas dimensiones aproximadas de 3,60 metros cuadrados. Además, dicho habitáculo carecía de las adecuadas medidas de iluminación y ventilación, aumentando la insalubridad de las circunstancias en las que se encontraban los animales.

La desatención de los mismos provocó, según explica el escrito de acusación sobre los hechos que el ya condenado reconoció, la muerte de dos ovejas y una cabra, cuyos cadáveres fueron hallados por el dueño de la finca en unas condiciones higiénico-sanitarias deficientes, en avanzado estado de descomposición y claramente en estado de desnutrición y deshidratación.

Pese a que el Ministerio Fiscal pedía inicialmente 21 meses de prisión y 3 años y medio de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión relacionado con los animales y la tenencia de los mismos, tras llegar a un acuerdo ambas partes, la jueza condenó al acusado a una multa de 1.080 euros y un año de inhabilitación. Al desistir tanto defensa como acusación de recurrir la sentencia en la propia sala, fue declarada firme.

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