Vigozoo está en pleno proceso de tránsito que afecta en primer término a los animales. “Queremos convertir el zoo en un gran centro de ocio medioambiental”, anunció en su día Abel Caballero. Actualmente cuenta con 1.123 huéspedes de más de 130 especies, la mayoría (617) perteneciente al grupo de reptiles, anfibios, peces e invertebrados. Entre la fauna exterior, de los más de 300 ejemplares que había al inicio de la transformación, el objetivo es que queden en 125 con la cesión a otros zoológicos o centros de conservación.
Los próximos en mudarse serán los carnívoros exóticos, de los que se plantean siete bajas como la de la pantera Kabul o la leona Oliva, nacida en cautividad, al igual que la pareja de linces rojos, la primera en el propio parque de Vigo y los otros, en Cordoba. Entre los grandes carnívoros autóctonos están la pareja de linces boreales y el oso pardo, en ambos casos especies protegidas.
Pertenecen al grupo de mamíferos, formado por 87 ejemplares de 22 especies, y que supone el más variado del zoo. Aumentó el censo de burros “fariñeiros”, animales domésticos gallego, en peligro de extinción, que junto a ovejas de pura raza gallega y los gamos, autóctonos, criados en el parque, justifican su presencia con criterios divulgativos.
También hay herbívoros exóticos, como cebras, orix cimitarra y llamas, que ya nacieron fuera del medio salvaje y que ahora comparten espacio con las especies domésticas.
En el grupo de las aves, de los 64 individuos de 48 especies destacan las aves rapaces procedentes mayoritariamente de centros de recuperación, donde Vigozoo actúa como un punto de acogida a ejemplares irrecuperables. Un águila cobrera y un búho son ls últimos en llegar desde Córdoba. Estos ejemplares pueden criar aves sanas, viables para su liberación con la autorización de Medio Ambiente Natural, tal y como sucedió el año pasado con una lechuza. Mantener el equilibrio de la biodiversidad es el motivo de la presencia de cotorras de Kramer o los loros de cola vinagre, consideradas especies invasoras y una amenaza para la fauna autóctona con una liberación incontrolada.
El último grupo, con 617 individuos de 70 especies, lo conforman reptiles y anfibios, mascotas cedidas por particulares o procedentes del contrabando de fauna exótica como Centro de Depósito de Espécimes Vivos. Incluye las 370 tortugas exóticas de nueve especies, depositadas en Vigozoo para evitar su llegada al ecosistema en un programa iniciado en 2006. También hay peces, entre ellos los acuarios marinos excedentes de los centros de investigación. Las últimas incorporaciones fueron un lagarto barbudo, una iguana verde y una tarántula de Smith.
