Aunque todos sabían que todavía quedaba, al menos, una sesión ordinaria del pleno de la corporación en este mandato –y así lo hicieron saber el teniente de alcalde Javier Pardo y el portavoz socialista Carlos López Font–, seis concejales dijeron ayer adiós a la política municipal a sabiendas de que la el Pleno ordinario de mayo (último antes de las elecciones, en las que se disuelve la corporación) será un mero trámite.
Así, Oriana Méndez (Marea de Vigo), Santos Héctor (PSOE) y el grupo municipal del PP al completo (Alfonso Marnotes, Teresa Egerique, Patricia López y Carlota Bartolomé) vivieron ayer la última sesión plenaria con intervenciones al uso y cada uno de ellos –salvo el concejal socialista, que no tomó la palabra en ningún momento– aprovechó los momentos finales de su turno de palabra para despedirse de sus compañeros, pues ninguno de ellos figura en las listas del 28-M, por lo que con toda seguridad no estarán presentes en el mandato que surja de estos comicios. Lo hicieron en un pleno tenso, en el que pese a que no se llegó a decir una palabra más alta que la anterior, la oposición y el grupo municipal socialista chocaron frontalmente en más de un asunto, fundamentalmente en la ejecución presupuestaria.
La primera en pronunciar su discurso de despedida fue, curiosamente, la última en llegar a la corporación: la edil popular Carlota Bartolomé, que intervino durante la moción de Marea de Vigo sobre los retrasos de los trenes de media distancia. Bartolomé aseguró estar “muy orgullosa de haber sido concejala durante este tiempo” y calificó esta experiencia como “un auténtico honor que he defendido con mucho orgullo”. Se dirigió al resto de concejales para pedirles “que sigan resolviendo los problemas de los ciudadanos”.
Su compañera Teresa Egerique tomó el testigo durante la moción del grupo del PSOE sobre los accesos del Ifevi. La veterana concejala, que lleva ya tres legislaturas en la corporación municipal, aprovechó los escasos minutos que le sobraron en su intervención para agradecer “a los vigueses que votaron al PP, a las personas del partido que confiaron en mí para representar a los vecinos, a los concejales que pasaron por la corporación en todos estos años y, en especial, a Pablo Beiro e Isaura Abelairas”. Egerique se disculpó “por los errores cometidos y la vehemencia en algunos debates” y deseó suerte a los nuevos ediles y a los que se queden en la corporación.
En la última moción del orden del día dijeron adiós a la política municipal Oriana Méndez y Alfonso Marnotes. La concejala de Marea de Vigo deseó “lo mejor” a todos los concejales en lo personal y advirtió de que “en lo político seguiré luchando para que el principio de justicia social sea el que rija este municipio”.
Por su parte, el portavoz del grupo popular hizo suyas las palabras de Egerique e indicó que “estaremos desde fuera apoyando la ciudad y a nuestro partido para que vuelva a ser el más votado de la ciudad”.
La Fundación Secretariado Gitano leyó el bando del 8 de abril
Fernando Montoya y Zaida Jiménez, en representación de la Fundación Secretariado Gitano, leyeron en el pleno de ayer el manifiesto por el 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano. Esta fecha recuerda el primer congreso mundial del pueblo gitano, celebrado en Londres en 1971, en el que se adoptaron los símbolos de la bandera azul y verde con una rueda roja y el himno “Gelem, Gelem”. En España el reconocimiento del 8 de abril como Día del Pueblo Gitano no se dio hasta 2018, a petición del Congreso de los Diputados. Montoya y Zaida recordaron en este manifiesto el hito del pasado mes de junio, en el que la Ley Integral para la Igualdad del Trato incorporó el antigitanismo como delito de odio en el Código Penal.
La ejecución presupuestaria vuelve a dividir al pleno
Uno de los debates más broncos de la sesión plenaria fue el de la ejecución presupuestaria. El concejal de Hacienda, Jaime Aneiros, notificó que el Concello ha ejecutado el 50% de los 398 millones movilizados para el año 2023 en el primer trimestre del año.
Sin embargo, la oposición en bloque argumentó, basándose en los propios informes municipales de ejecución presupuestaria, que esta cifra está muy por debajo de la anunciada por Aneiros, concretamente en el 12,12%, esto es, unos 48 millones de euros.
