El cónsul ruso, amenazado de muerte: "Vinieron a por mí"

El vigués Pedro Mouriño, durante su toma de posesión como cónsul de Rusia en Galicia.
photo_camera El vigués Pedro Mouriño, durante su toma de posesión como cónsul de Rusia en Galicia.
Presentó una denuncia ante la Policía y acude al fiscal de delitos de odio. Asegura que hay una persecución contra los rusos en España “incluso contra niños”

El cónsul de Rusia en Galicia, con sede en Vigo, el empresario Pedro Mouriño, reconoce estar asustado tras haber recibido cientos de amenazas anónimas y al menos una directa, por tres ucranianos que se presentaron en su oficina y le dijeron a la cara que le iban a matar. De la seriedad de la amenaza da cuenta que la Embajada Rusa remitió lo ocurrido al Ministerio de Asuntos Exteriores español (con otros incidentes de sus representantes en España), y que hay una denuncia ante la Policía dirigida a la Fiscalía de Delitos de Odio. Todo desde el inicio de la guerra, que ha afectado y mucho también a la colonia rusa “que en su mayoría está en contra del conflicto”, asegura, y también a sus asuntos personales: al ser cónsul honorario, que no diplomático, su función es comercial y echar una mano a los rusos en sus asuntos. “Al principio recibía llamadas que colgaban”, explica. Luego, una persona que se identificó, se presentó en una de sus oficinas. “Tres ucranianos llegaron a una de mis empresas, que también tiene sede en Madrid, y dijeron que querían hablar conmigo sobre Ucrania, y uno de ellos se identificó y dio su nombre al recepcionista que  me llamó. Me puse por teléfono y lo primero que hacen es amenazarme y decirme que vienen a por mí. Lo denuncié ante la Policía para que vaya  al fiscal de delitos de odio”, explica. A continuación, el ministerio ruso envió una nota a Asuntos Exteriores. “La Policía me ha dado pautas de seguridad”, asegura. 

Subraya Pedro Mouriño que en Galicia la mayoría de los rusos asentados son matrimonios mixtos, sobre todo  rusas casadas con españoles, y lamenta el acoso que estarían sufriendo los niños en colegios. “Los niños  son hispanorusos, y reciben acoso de los docentes. Me llegaron denuncias. Les dije a los padres que se pusieran en contacto con la dirección del centro escolar, y si no hace caso,  acudiremos a la inspección de la Consellería de Educación. En clase -destaca el cónsul- les llegan a preguntar a los menores su opinión sobre los bombardeos en Ucrania, es increíble”.

 

“Se están vulnerando derechos en España”

 

Asegura Mouriño que, al menos en España, hay muchos rusos que discrepan de la decisión del Gobierno, y a los que se les han congelado las cuentas. “Al final no hay trazo fino, sino grueso”, lamenta. Los bancos están obligados por ley a colaborar. “Todo lo que tenga pasaporte ruso, bloqueado, así no pueden recibir ni enviar dinero”, señala. Explica que una colaboradora directa, rusa, tiene a su  madre viuda a la que enviaba dinero, “y ahora no tiene fórmula de enviarle. Se están vulnerando derechos fundamentales de gente que vive aquí hace años solo por tener origen ruso. Eso se llama rusofobia”. ¿Ha pensado en darse de baja como cónsul? “Al contrario, la comunidad rusa tiene más problemas que nunca. Ahora te llaman para decirte que tienen las cuentas bloqueadas o que se meten con ellos por ser rusos. Si hay que hacer una denuncia, les ayudo ante el fiscal de delitos de odio". Señala que a un amigo suyo cónsul de Marruecos le pasó lo mismo cuando Perejil. "Le tuvieron que poner protección policial. Espero que la sangre no llegue al río, pero  la Policía me avisó que tuviera cuidado”.

"No soy partidario de ninguna guerra, ni de esta"

¿Es Pedro Mouriño partidario de la guerra? Contesta rotundamente que no. “No soy partidario ni de esta ni de ninguna guerra. Me gustaría que no se hubiera iniciado, cuanto antes se llegue a una solución, mejor para todos”, afirma. Recuerda que él mismo resulta perjudicado en el plano personal económico: “Me dedico a levantar relaciones entre España y Rusia, esto dinamita años de trabajo, qué podremos hacer ahora, las relaciones económicas han bajado a la mínima expresión". Como cónsul, Mouriño tenía proyectos culturales “que se han quedado bloqueados”. “No quiero manifestar que soy un perjudicado, porque habrá quien diga que el conflicto le ha costado daños personales, pero todos somos damnificados”, afirma. Lo que pide es "que se supere y reconstruir desde cero, porque las relaciones quedan a la mínima expresión”. 

El cónsul en Galicia recuerda que hay al menos 90.000 rusos viviendo en España, un millar de ellos con residencia en Galicia, “y no son culpables, buena parte de la comunidad, y me consta, ha colaborado en recogida de alimentos, tienen solidaridad personal, no se puede pasar un trazo grueso, y que ahora todo lo que tiene que ver con Rusia no sirve”. Señala Pedro Mouriño que muchos miembros de la comunidad rusa son músicos en orquestas, “y si no pueden ni tocar, no van a quedar orquestas sinfónicas en España”, ironiza. “Vamos a intentar mantener la cordura, en 500 años de historia entre España y Rusia ha habido momentos peores o mejores, incluso en el franquismo no había embajadas, pero las relaciones en los últimos años, desde la caída de la URSS, eran muy buenas”.

 
 

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