El Concello de Vigo hará un pleno monográfico para reclamar el tren a Portugal en 2030

La polémica sobre el AVE entre Vigo y Oporto, que es la conexión clave de la línea desde el norte de Galicia a Lisboa, tiene como fondo la situación de minoría del Gobierno, incapaz de aprobar los Presupuestos del Estado de 2024 y que de momento tampoco cuenta con votos garantizados para sacar adelante las cuentas de 2025, si bien todavía hay margen político.

Si finalmente tampoco hay Presupuesto para 2025, más allá de la insólita situación del Ejecutivo en una democracia, las grandes inversiones quedarían cuestionadas, entre ellas la salida sur ferroviaria y desde luego, cualquier posibilidad con respecto a la variante de Cerdedo directa de Vigo a Ourense. Y lo mismo con la construcción de la autovía alternativa a la A-55, en túnel, y con la AP-9.

Sobre el AVE anunciaba ayer Abel Caballero la celebración de un pleno monográfico el 7 de noviembre para debatir “a fondo” sobre la situación de la alta velocidad, no solo Vigo-Ourense, sino también Vigo-Madrid, incluyendo Cerdedo. En un audio a los medios, Caballero señalaba que el Gobierno de Aznar dejó a Vigo sin alta velocidad directa, aunque también reconoce que el Ejecutivo de Sánchez mantiene una prioridad hacia la línea Madrid-Lisboa que habría que corregir para colocar a Vigo en el centro ferroviario de Portugal con Galicia “porque antepongo Vigo a mi partido”.

"El AVE Vigo-Oporto tiene que estar acabado en 2030 y convocaré el pleno para decirle al Gobierno que tiene que establecer la fecha 2030", dijo ayer, matizando sus palabras del día anterior en que lo daba por seguro. Caballero ve "necesario" debatir cuando Aznar "decidió que Vigo se quedaba sin AVE" y de cuando el gobierno liderado por Mariano Rajoy "dejó caducar" la declaración del impacto ambiental del enlace por Cerdedo. Además, "es preciso" poner de manifiesto las actitudes de cada uno de los grupos.

Este lunes habrá pleno, donde BNG y PP presentan dos mociones al respecto por vía de urgencia, lo que exige el voto del PSOE. El BNG calificó la decisión de “tacticismo” y reclamó permitir hoy mismo el debate “y no justificar un nuevo veto antidemocrático a la oposición”. Lo mismo hizo el PP que se teme que Caballero negará el debate de hoy “sin motivo, solo por miedo y oportunismo político”.