El comercio de Príncipe se prepara ante Vialia: "Es una oportunidad"

Dos aperturas inminentes, Scalpers, en un nuevo local más amplio, y Caixabank, que tendrá también cafetería.
photo_camera Dos aperturas inminentes, Scalpers, en un nuevo local más amplio, y Caixabank, que tendrá también cafetería.
Crece con cada vez mayor rapidez el movimiento de bajas y altas en los negocios y locales del Centro Abierto

El Centro Abierto Príncipe se prepara ante la apertura dentro de dos semanas de Vialia, que supondrá un cambio relevante para el comercio de la ciudad y que tendrá un impacto directo sobre el entorno de calles del centro, que a partir de ahora se encontrará con una competencia directa en el mismo ámbito, lo que ya ha tenido consecuencias con el traslado de negocios.

Pero según aseguró su gerente, Enrique Nuñez, habrá consecuencias positivas: “Durante un tiempo va a ser complicado, pero es también una oportunidad, porque se va a concentrar la oferta en un espacio reducido, entre A Laxe y Vialia, que incluye Príncipe y Gran Vía, y además ayudará a bajar los precios de los bajos, que estaban por las nubes, y eso favorecerá la implantación de nuevas propuestas”, explicaba ayer a este diario.

El Centro Abierto cuenta en la actualidad con un total de 148 negocios asociados, habiéndose estabilizado, al menos en apariencia. En los mejores momentos llegó a tener más de 180, pero también bajaron hasta 110 hace relativamente poco. “Podemos decir que nos mantenemos en la línea”, explicaba Núñez.

Según indica, en las últimas semanas ha habido movimientos en la principal calle comercial viguesa, a menudo un termómetro de la salud del sector local. El más reciente ha sido el cambio de ubicación de la tienda de Scalpers, de ropa de hombre, tras la marcha de Violeta, que cerró en toda España al incluirse en la colección de Mango mujer.

Otra mudanza se ha producido con la tienda de Purificación García, que abandonó el Centro Abierto y en su lugar se instaló una multimarca, Saima, que entre otras cosas va a comercializar espacios. 

Más reciente es la apertura en el antiguo Tendales de Caixabank, con café y oficina abierta. Curiosamente, los dos únicos negocios hostelereros de todo Príncipe se encuentran en otras tantas entidades financieras que ahora optan por ampliar su oferta aprovechando que cuentan con amplias instalaciones en muchos casos producto de las fusiones (Santander se hizo con Banesto, Popular y Pastor) o como herencias inmobiliarias por impagos.

El primero fue precisamente el Café del Santander. Otro negocio hostelero que ha abierto es el Corner, en la calle Londres, que así recupera su único local tras el cierre de Detrás del Marco.

CYA/HYM

Más llamativo es el caso de los dos “portaaviones” de Príncipe, las cadenas CyA y HyM. Ambas empresas anunciaron con escasas semanas de distancia el abandono de Príncipe y el traslado a Vialia. El de CyA se hizo efectivo y el edificio está en alquiler desde entonces, siendo al parecer en su momento el contrato de arrendamiento más elevado de toda la calle. HyM en cambio no se ha marchado todavía, pese a que anunció a su plantilla el cierre, que no incluía el movimiento de los trabajadores al centro ferroviario. “Todo parece indicar que Príncipe, pese a las dificultades, sigue vivo y que el ambiente de pesimismo parece ir desapareciendo”, sentencia Enrique Núñez.  

“Algunas tiendas se marchan y otras aprovechan para venir”

Enrique Núñez, el gerente del Centro Abierto, asegura que tienen buenas relaciones con Vialia “incluso personales”. “Queremos colaboración con Vialia, A Laxe y El Corte”, asegura. Y explica que el nuevo complejo ferroviario sería un centro comercial en nuestra zona con más oferta, “con lo que hará bajar los precios de los alquileres en Príncipe”.

Según sus datos, ya ha habido rebajas de hasta 50 por ciento al menos por un tiempo en locales y eso anima a la instalación de nuevos negocios. También asume que las ventas están bajas, y que los primeros meses va a haber movimiento hacia Vialia. "Tiene 1.200 plazas de parking, son pocas, peatonalmente va a llegar mucha gente, pero por coche va a ser difícil llegar y va a provocar atascos en la autopista. En Príncipe hay movimientos de tiendas, algunas se marchan y otras aprovechan la caída de precios para quedarse”.

La crisis derivada de la pandemia, el cierre de oficinas bancarias y el cada vez más próximo traslado de los juzgados de la calle Lalín han provocado un apagón comercial en la calle Coruña donde a día de hoy se elevan a una docena los locales en alquiler por haber cesado su actividad.  Es prácticamente el mismo fenómeno que se dio en el entorno del Xeral cuando se cerró el hospital: la zona comienza ahora a recuperarse, con el anuncio de la próxima la apertura de la Cidade da Xustiza. Es probable que en las proximidades de la calle Coruña pase algo similar.

Mientras toda la zona de  As Travesas sobrevive en constante renovación, con cierres (principalmente en el textil y moda) pero también algunas reaperturas con cambios de negocios, el tramo entre la plaza de Eugenio Fadrique (Plaza de la Industria) y la Plaza de América está viviendo uno de sus momentos más negros tras la crisis de 2009. 

El efecto “mudanza” de los edificios judiciales se ha dejado notar en los locales que estaban destinados a despachos de abogados, al menos cuatro se han quedado libres, mientras que dos de las tres sucursales de entidades bancarias existentes se han marchado, como son el BBVA y el Banco Santander, que atiende ahora en Camelias. Los dos locales cuelgan el cartel de se alquila. También dejó su actividad una agencia de viajes, dos bares, y un puesto en el propio mercado del centro Camelias, una inmobiliaria o un restaurante chino.

Con esto ya son más los cierres que las aperturas en la citada calle, que en años antes de la pandemia abrió un espacio “gamer” y un gimnasio.

La buena evolución de la pandemia y el retraso hasta el año próximo de la mudanza definitiva deja no obstante buenos resultados en la hostelería que todavía permanece abierta y que da servicio a los funcionarios y usuarios no solo de juzgados y Hacienda. Entre los afectados se encuentra la propia cafetería del edificio de la delegación de la Agencia Tributaria, obligado a cerrar por el virus y que se encuentra a la espera de que las nuevas medidas para la hostelería le permitan regresar a la actividad.  

Mesas completas en las cafeterías abiertas

El todavía importante trasiego de funcionarios judiciales y de la Delegación de Hacienda viguesa, abogados, procuradores, clientes y usuarios del Registro Civil hace que las cafeterías que todavía permanecen abiertas junto a los juzgados de la calle Lalín presenten el aforo permitido, al completo. 

La oferta se ha restringido, con el cierre de Hacienda entre otros, lo que siguen con actividad pese a la crisis, hayan incrementado sus clientes, principalmente desde que se inició el mes de septiembre, con el final del periodo de vacaciones.  

El comienzo de un nuevo curso escolar se ha dejado notar también en los dos parkings subterráneos que existen en la calle con un aumento de ocupación frente a los meses de verano, con los edificios administrativos prácticamente parados.

Tiempo de transición hasta el nuevo centro de salud

La amenaza comercial sobre la calle Coruña, con la fuga de negocios vinculados a la actividad judicial al entorno de la Cidade da Xustiza, en Pizarro, se presenta como un periodo transitorio hasta que se lleve a cabo el proyecto de centro de salud “Olimpia Valencia" (incluirá especialidades y servicios avanzados), que revitalizará de nuevo el entorno en unos años, modificando quizá la oferta de negocio para implantar en la calle Coruña. En todo caso, la delegación de la Agencia Tributaria continuará en la calle Lalín, a la espera de que una vez se controle por completo la pandemia vuelva a abrir sin restricciones para el público.

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