El Samaín para empezar la EBAU 2024
EBAU 2024
Los prejuicios contra el gallego, entre las primeras preguntas de las pruebas que realizaron casi 3.000 alumnos vigueses
Con los nervios bastante controlados para un examen que decide su futuro, cerca de 3.000 estudiantes iniciaban ayer la EBAU en Vigo, la mayoría de ellos repartidos por los distintos centros del campus y unos 600 en los edificios universitarios de la calle Torrecedeira. En toda Galicia son 13.000 y en los tres campus de la UVigo, junto con un instituto de A Rúa, se examinan unos 5.300. Se enfrentan desde ayer y hasta el viernes a la Selectividad que se implantó en pandemia, con una mayor flexibilidad a la hora de elegir preguntas, y que dará paso a un nuevo formato en 2025 para adaptarse a la actual legislación educativa. La única novedad de este año es que los alumnos podrán elegir hoy entre el examen de Historia de España y el de Historia de la Filosofía.
Los prejuicios contra el gallego y los neofalantes, el Samaín y un poema de Luisa Villalta, la autora a la que se dedica este año el Día das Letras Galegas, centraron el primer examen, el de Lingua Galega e Literatura y no el de Lengua Española como era habitual otros años, en una mañana en la que también tocaba la prueba de Primera Lengua Extranjera.
Fue una jornada con escasas incidencias en general en Galicia y en Vigo en concreto, en el que los detectores de frecuencias no detectaron ningún dispositivo con potencial para copiar (algunas comisiones delegadas se convirtieron en auténticas taquillas de móviles por decisión de los propios alumnos), se ventiló en algunas aulas por las altas temperaturas, hubo algún DNI olvidado que llegó a tiempo (la presentación era a las 9 y el primer examen a las 10) y algún desmayo con vómito incluido entre algún candidato que por fortuna pudo reponerse para continuar la prueba. El castigo por copiar en un examen implica la expulsión de la Selectividad y es un “atajo” cada vez más complicado porque se han perfeccionado los métodos de detección de chuletas digitales.
La Universidad de Vigo introdujo una mejora importante este año para el alumnado con necesidades educativas especiales. Hasta ahora, estos estudiantes se agrupaban en una sola aula del campus, pero desde este año se multiplicó el número de aulas, de tal forma que se abrieron en casi todos los centros examinadores para que estos jóvenes puedan acudir al examen con el resto de sus compañeros y para que si surge cualquier problema el tutor tenga fácil desplazarse de un aula a otra. En años anteriores podía darse el caso de que el tutor estuviese en Torrecedeira y lo llamasen para una incidencia en el campus. Este sistema funciona en los tres campus, según confirmó el delegado de la CIUG Iván Area, para favorecer la integración. En toda Galicia participan en la ABAU un total de 455 estudiantes con necesidades educativas especiales, un 36% más que el año anterior. Son personas con distintos trastornos o problemas de salud que hacen el examen con un poco más de tiempo que el resto (media hora más por examen). A mayores, la EBAU cuenta con una sede en el Colegio Santiago Apóstol de Pontevedra, en colaboración con la ONCE, para personas que necesiten un apoyo más específico o que cuenten con alguna discapacidad.
Aunque más del 90% de los estudiantes aprueban la EBAU, la dificultad está en llegar a la nota de corte que necesitan para acceder a la carrera soñada y no siempre es fácil. Entre los aspirantes hay muchos que ya se han decantado por un ciclo de Formación Profesional, una alternativa que está creciendo.
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