La caída demográfica tendrá una incidencia directa sobre la población escolar que será especialmente intensa en el caso de Vigo y provincia, donde la natalidad se encuentra en su peor momento histórico, a tenor de un estudio realizado por EcPol Insight en base a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y sus proyecciones hasta 2037. Entre 2013 y 2023 España ya ha perdido 450.000 menores de 16 años y la expectativa para los próximos 14 años es muy negativa. Por etapas, la ESP perderá el 25 por ciento desde 2,1 millones hoy a 1,6 en 2037.
En concreto, Vigo y provincia perderá en este período tan largo casi uno de cada tres alumnos, el 30 por ciento del total y sería el territorio más afetado de Galicia: Lugo bajaría un 21 por ciento; A Coruña el 23 y Ourense el 24 por ciento del total. Echando un vistazo al norte de España, desde Madrid hasta la cornisa cantábrica, solo hay cuatro provincias con peores previsiones: Zamora, la más negativa de España con -44 por ciento, y otras tres con cifras similares a Viog y provinica: Palencia, Asturias y León se mueven entre el 31 y el 34 por ciento.
Nada de ello sorprende en Vigo, donde los colegios llevan ya prácticamente una década notando una caída en la natalidad que sólo promete agravarse de cara al futuro. Así lo asegura Juan Carlos Abalde, director del CEIP Chans-Bembrive y presidente de la Asociación de Directores de Colegios Públicos de Vigo (Adicopuvi). Abalde señala que, desde entonces, “los centros tienen que hacer un esfuerzo extra para tener un número mínimo de matrículas y no perder unidades y personal”. Esta situación crea, además, desigualdades entre los centros educativos de la ciudad, ya que los colegios en las áreas más densamente pobladas todavía tienen aulas con hasta 25 alumnos (el máximo en Infantil y Primaria), mientras que en la periferia, con muchos menos estudiantes en matrícula, las clases a veces no llegan ni a 20 y, en ocasiones, tienen que juntar a niños de diferentes edades en la misma.
Sin embargo, como destaca el presidente de Adicopuvi, los docentes ven en esta situación una oportunidad para reducir las ratios y mejorar la atención individual. “Ahora mismo, en estos colegios que tienen menos alumnos es lo que está ocurriendo, pero están en constante riesgo de que, si no se llega al mínimo, se pierdan unidades y docentes”, apunta Abalde.
“Además, hoy en día el alumnado es más diverso y se requiere más personal especializado para atender sus necesidades”, matiza el representante de los directores vigueses, que aboga por bajar los ratios para permitir precisamente esta mejora de la atención individualizada.