La parroquia nevense de Santa Marta de Ribarteme volverá a contar, tres años después, con ataúdes en la popular procesión que centra sus fiestas. En concreto, se espera que sean dos los que formen parte del acto religioso, recuperando una tradición que se vio interrumpida por la oposición del todavía párroco Francisco Javier de Ramiro Crespo, que en esta ocasión ha cedido en su férrea postura anterior y, en principio, permitirá que los dos féretros se unan al caminar de los fieles pero sin pisar ni la iglesia ni el atrio tanto al inicio como al final, sólo en el recorrido por la carretera.
La mayoría de los vecinos y el propio Concello se habían mostrado a favor de mantener una tradición que fue clave para que la fiesta fuese declarada de Interés Turístico de Familia. Tras dos años sin ataúdes, parecen haberse limado asperezas y los fieles que así lo sienten volverán a procesionar dentro de un féretro como símbolo de haber superado un problema mortal por intervención divina.
El alcalde de As Neves, José Manuel Alfonso, celebra la noticia del regreso de los ataúdese como una muestra de “convivencia desde el respeto. El de la Iglesia a una tradición que implica un acto de fe y el de la población a un evento religioso. No se debe ir en un ataúd como en un circo, sino por fe”. El regidor no considera que la especificidad de esta procesión sea muy diferente de otras que se dan en Galicia sin oposición de los párrocos.
Las fiestas de Santa Marta comienzan ya hoy con la primera de las verbenas. Mañana, misa cada hora entre las 9 y las 12, esta última seguida de la procesión.
