El área sanitaria de Vigo trata a 1.500 pacientes VIH positivo

Celia Miralles.
photo_camera Celia Miralles.
El grupo nacional de estudio del sida premió la trayectoria de la viguesa Celia Miralles en su consulta del hospital pero también por su trabajo en favor de las mujeres infectadas

La Unidad de VIH del área sanitaria de Vigo tiene en seguimiento a 1.500 pacientes positivos. Con motivo del Día mundial de la Sida que se celebra hoy, el área viguesa se felicitó por el premio nacional que acaba de ser concedido a la doctora Celia Miralles, de la Unidad de VIH del Álvaro Cunqueiro, por su “trayectoria ejemplar, y modelo para los especialistas que se incorporan al ámbito de la atención de la VIH”. 

El galardón fue otorgado en el último congreso de GeSIDA (Grupo de Estudio para el Sida) en reconocimiento a toda su trayectoria profesional, destacando especialmente su papel proactivo a lo largo de su carrera en este campo, sobre todo en el abordaje de la VIH en la mujer. Cabe subrayar su papel como coordinadora médica de 16 países europeos en el programa “She” con mujeres VIH positivas. 

La doctora Miralles manifestó su agradecimiento por este premio “que es un reconocimiento a muchos años de trabajo para que se habían tenido en cuenta los hechos diferenciales de infección en la mujer, ya que este virus presenta aspectos de género diferenciales que hasta hace unos años no estaban adecuadamente estudiados.” La característica diferencial de la infección en las mujeres con respecto a los varones es su mayor vulnerabilidad. Algunos sectores de mujeres están sometidas a situaciones de discriminación, violaciones, violencia de género y falta de reconocimiento de derechos fundamentales, además de que habitualmente son las que deben cargar con la responsabilidad del cuidado de los enfermos de su entorno familiar. Todo esto implica una mayor necesidad de programas de prevención, atención y apoyo.

Vigo lleva 25 años sin contagios en los recién nacidos

El Cunqueiro lleva 25 años sin ningún recién nacido infectado de sida por madres portadoras del virus. Esto fue posible gracias al desarrollo de un protocolo que tenía por objeto el control de embarazadas seropositivas y en el que participan varios servicios hospitalarios, entre los que destaca Medicina Interna y el de Ginecología y Obstetricia.El seguimiento de las embarazadas es, con frecuencia, complejo, por la elección del tratamiento y por los aspectos psicológicos y sociales, en ocasiones con la implicación de tocólogos, pediatras, asistentes sociales, psiquiatras y ONG.

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