Los podólogos aseguran que gatear es muy beneficioso para los bebés porque influye en el desarrollo psicomotor y recuerdan además que el calzado para los pequeños de 8 a 11 meses debe ser muy blando y sin suela.
¿Cuáles son los principales errores que se cometen con los bebés?
Principalmente, el querer calzarlos antes de tiempo. Muchas veces vienen con el típico zapato que regalaban antiguamente las abuelas, muy hermético y muy cerrado. Nosotros estamos totalmente en contra. Lo que queremos es que usen un zapato muy blandito, sin suela y a poder ser con un calcetín de algodón. Es lo ideal, en caso de tener que calzar al niño por el tema del frío. Hace años, las madres y las abuelas decían “no camines descalzo que es malo” y realmente es al contrario, es positivo porque fortaleza la musculatura, el niño recibe un estímulo al pisar y aumenta la autonomía y el desarrollo. En verano, si tenemos una superficie que nos lo permita (que no esté sucia o no haya riesgo de pincharse) pueden andar descalzos. Los estudios apuntan que llevar un calzado que impide percibir sensaciones por el contacto van a retrasar también el desarrollo cognitivo motor
¿Los fabricantes tienen en cuenta estas recomendaciones?
Es curioso. Hace años empezó una corriente de zapatos preandantes y para gateo. Era una moda un poco extraña. Realmente en caso de necesitar zapatos tienen que ser muy blanditos para proteger de los golpes y del frío, nada más. En cuanto a los calcetines lo ideal es que sean de algodón para favorecer que transpiren y si necesario cambiarlos dos o tres veces al día, no sería descabellado.
¿Cuáles son las consecuencias si llevan un zapato duro?
Cada vez con mayor frecuencia nos encontramos con niños, no tanto bebés sino algo más mayores, que llevan un zapato excesivamente pesado, de tal forma que cuando dan sus primeros pasos van como arrastrando las piernas debido a la falta de musculatura y al peso excesivo. No es una marcha correcta.
¿Qué opina de los andadores?
No se recomiendan. Más allá del riesgo de lesión por tropezón o caída, no es bueno. Recalcamos la importancia de adquirir musculatura. Los bebés nacen con la espalda muy arqueada, tiene que desarrollar la musculatura para adquirir fuerza y ponerse de pie. A lo mejor, si ya tienen capacidad de caminar se puede poner el andador para que deambule más, pero antes no es buena idea. También es bueno incentivar el gateo.
