Se la acusa de un delito de estafa agravado por realizar compras utilizando la tarjeta bancaria del mayor, ahora ya fallecido
La Guardia Civil ha detenido a una vecina de Soutomaior de 20 años que presuntamente se apoderó de la tarjeta bancaria de un anciano al que cuidaba y con la que realizó compras que superan los 10.000 euros.
A la joven se la acusa de un delito de estafa agravado, ya que se valió de su profesión de cuidadora del anciano perjudicado para hacerse con su tarjeta bancaria.
Las investigaciones, según ha informado este lunes la Guardia Civil, se iniciaron el pasado mes de julio después de que la familia del perjudicado, ahora fallecido, presentase una denuncia, lo que dio lugar a una operación que el Equipo de Investigación Tecnológica de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial del instituto armado denominó 'Xerocultora'.
Tras una larga investigación, los agentes detectaron numerosas compras fraudulentas de productos y servicios, que la ahora detenida pagaba mediante transferencias electrónicas efectuadas a través de un servicio de pago muy conocido.
La entrega de paquetería se producía a través de distintas plataformas y en diversos puntos habilitados a tal efecto, así como en diferentes domicilios particulares.
Además, la joven utilizaba diferentes tarjetas vinculadas y distintas identidades, todo lo cual complicó la investigación, así como el hecho de no poder contar con el testimonio de la víctima, que falleció durante la investigación.
Las diligencias instruidas fueron entregadas en un juzgado de guardia de Pontevedra.
A la joven se la acusa de un delito de estafa agravado, ya que se valió de su profesión de cuidadora del anciano perjudicado para hacerse con su tarjeta bancaria.
Las investigaciones, según ha informado este lunes la Guardia Civil, se iniciaron el pasado mes de julio después de que la familia del perjudicado, ahora fallecido, presentase una denuncia, lo que dio lugar a una operación que el Equipo de Investigación Tecnológica de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial del instituto armado denominó 'Xerocultora'.
Tras una larga investigación, los agentes detectaron numerosas compras fraudulentas de productos y servicios, que la ahora detenida pagaba mediante transferencias electrónicas efectuadas a través de un servicio de pago muy conocido.
La entrega de paquetería se producía a través de distintas plataformas y en diversos puntos habilitados a tal efecto, así como en diferentes domicilios particulares.
Además, la joven utilizaba diferentes tarjetas vinculadas y distintas identidades, todo lo cual complicó la investigación, así como el hecho de no poder contar con el testimonio de la víctima, que falleció durante la investigación.
Las diligencias instruidas fueron entregadas en un juzgado de guardia de Pontevedra.
