La medida afectaría a las dos principales calles de Redondela y al paseo de Arealonga
nnn La apertura de las terrazas en Redondela ha generado ya algunas intervenciones de la Policía Local. La mayoría de ellas por el exceso de mesas o por dejar poco espacio para los peatones. La concejal María Castro, responsable de este área, aseguraba que "se está intensificando la vigilancia para que se respeten las medidas de seguridad que hay que tener. Estamos siendo flexibles y lo que se está haciendo es llamarles la atención". En estos momentos, el equipo de gobierno estudia la posibilidad de alargar a los viernes por la tarde el cierre de las calles Alfonso XII y Ribeira al tráfico para el disfrute de los vecinos que salgan a pasear o hacer deporte. En Chapela la zona elegida para su peatonalización es el paseo marítimo, en Arealonga. Hasta la fecha esta medida se aplicaba solamente los fines de semana.
Uno de los pocos conflictos que se han producido esta semana en la villa ha tenido como protagonista a una de las primeras terrazas que abrieron tras el inicio de la fase 1. Al parecer, y según relata su propietario, Carlos Valdinei, "la Policía Local ha venido en varias ocasiones para que quite las mesas que tengo junto al local". Este establecimiento cuenta con 7 mesas situadas junto a la calzada y otras tres pegadas a la pared, en la puerta del establecimiento. El responsable del misma asegura que el pasillo que quedaba entre ambas filas "tiene más de dos metros y es suficiente para que pasen los peatones", negando que estorbasen ni supusiese un riesgo. Las repetidas visitas de la Policía Local al establecimiento han provocado que, finalmente, este hostelero tomase la decisión "de cerrar el local. Así no se puede trabajar, es imposible". Valdinei asegura además que tiene testigos de cómo ha sido "víctima de un exceso de celo" por parte de los agentes, que desde el segundo día de reapertura de las terrazas ya visitaron su negocio, situado en pleno centro de la localidad y a escasos metros de la Casa Cosistorial.
Por su parte, desde el Ayuntamiento apuntaban que además del "problema que es que estén las dos hileras, sobrepasaba el número de mesas, ya que anteriormente tenía licencia para seis, por lo que según el decreto, debería tener sólo tres", aseguró la concejal que también dijo que "es el único caso que hemos tenido". n
Uno de los pocos conflictos que se han producido esta semana en la villa ha tenido como protagonista a una de las primeras terrazas que abrieron tras el inicio de la fase 1. Al parecer, y según relata su propietario, Carlos Valdinei, "la Policía Local ha venido en varias ocasiones para que quite las mesas que tengo junto al local". Este establecimiento cuenta con 7 mesas situadas junto a la calzada y otras tres pegadas a la pared, en la puerta del establecimiento. El responsable del misma asegura que el pasillo que quedaba entre ambas filas "tiene más de dos metros y es suficiente para que pasen los peatones", negando que estorbasen ni supusiese un riesgo. Las repetidas visitas de la Policía Local al establecimiento han provocado que, finalmente, este hostelero tomase la decisión "de cerrar el local. Así no se puede trabajar, es imposible". Valdinei asegura además que tiene testigos de cómo ha sido "víctima de un exceso de celo" por parte de los agentes, que desde el segundo día de reapertura de las terrazas ya visitaron su negocio, situado en pleno centro de la localidad y a escasos metros de la Casa Cosistorial.
Por su parte, desde el Ayuntamiento apuntaban que además del "problema que es que estén las dos hileras, sobrepasaba el número de mesas, ya que anteriormente tenía licencia para seis, por lo que según el decreto, debería tener sólo tres", aseguró la concejal que también dijo que "es el único caso que hemos tenido". n
