No ha habido grandes cambios en las elecciones “autárquicas” portuguesas del domingo, y las grandes ciudades de la Región Norte seguirán en las mismas manos, aunque por cuatro años más como máximo: en el país vecino los alcaldes solo pueden permanecer tres mandatos por ley. Oporto y Braga, los dos mayores núcleos, ambas ciudades claves del Eixo Atlántico de ayuntamientos de Galicia y Norte de Portugal, continúan bajo la misma dirección, aunque con algunas matizaciones. Sólo cambia de manos Valença de Minho. Otra característica es que es ganador y elegido alcalde la fuerza que más votos consiga, de ahí que haya coaliciones pre-electorales, como ha pasado en Braga.
OPORTO. Repite el independiente y controvertido Rui Moreira, reelegido para un tercer y último mandato, aunque perdió la mayoría absoluta lograda en 2017. “Esta noche, el partido que ganó fue Oporto”, anunció en su discurso de victoria. “Sabremos interpretar la voluntad del pueblo de Oporto, escuchando e involucrando a todos los electos, de hecho, como siempre lo hemos hecho”, subrayó. Moreira también dijo que es “urgente por el bien de la democracia” crear una federación de candidatos de movimientos independientes. "Este proyecto político independiente que tengo el honor de liderar, junto con los cientos de candidatos independientes de todo el país que han votado hoy, no puede seguir diluyéndose y sometido al interés y táctica de muchos líderes de partidos", aseguró.
BRAGA. En la segunda y pujante ciudad de la Región Norte, le fueron mejor aún las cosas a Ricardo Rio, del PSD (equivalente al PP), con mayoría absoluta, la tercera y también última. El reelegido Rio dijo que la victoria del domingo se traduce en "un reconocimiento muy amplio" a la labor realizada por la coalición que ha liderado durante dos mandatos y minimizó la pérdida de un concejal. En declaraciones a la Agencia Lusa, Ricardo Rio, al frente de la coalición PSD/CDS-PP/PPM/Aliança, dijo que la pérdida de un escaño en el consejo "no es muy sorprendente", dado el "escenario muy diferente" de estas autoridades locales. , con la aparición de otras candidaturas de derecha, como Chega e Iniciativa Liberal. "En 2017, habíamos ganado al séptimo concejal por un margen corto, ahora también lo perdimos por un margen relativamente corto. No gobernamos para las elecciones, porque si lo hicimos tal vez podríamos haber tenido mejores resultados", dijo. Rio destacó la tercera mayoría absoluta lograda por la coalición Juntos por Braga, que permitirá la continuación de proyectos "emblemáticos", como la transformación del antiguo colegio Francisco Sanches en un centro cultural. La Agencia Lusa tomó declaraciones del jefe de lista del PS en Braga, Hugo Pires, quien reconoció que el objetivo era ganar, pero recalcó que el partido, incluso perdiendo las elecciones, logró elegir un concejal más que en 2017. "Ha subido en casi todas las parroquias de la comarca", señaló el candidato socialista. "En general, el PS subió algunos miles de votos y la coalición perdió muchos miles de votos. El futuro comienza aquí", dijo.
VIANA DO CASTELO. En Viana, cambio sin cambio. El Partido Socialista mantuvo la Alcaldía, y además consiguiendo un resultado muy abultado (45 por ciento de votos) aunque con nuevo inquilino, en esta ocasión Luís Nobre. Tras confirmar su victoria en su primera participación como aspirante, se manifestó "muy contento" de mantener el ayuntamiento de Viana do Castelo en manos del PS, admitiendo que "había grandes riesgos" por el cambio de dirección en la presidencia de la Cámara municipal de la capital del Alto Minho. "Estoy muy satisfecho. Hubo grandes riesgos por el cambio de ciclo (el anterior alcalde cumplió 12 años). La oposición se mantuvo en esta condición. Hizo una campaña muy dura, feroz en el sentido de señalar solo lo negativo y no el trabajo realizado en los últimos 28 años”, aseguró Luís Nobre.
VALENÇA. El único cambio importante en la Región Norte lusa, la miñota, se dio en la fronteriza Valença do Minho, donde el diputado socialista José Manuel Carpinteira se mostró "muy contento" de recuperar el ayuntamiento de Valença, 12 años después de que el Partido Socialista lo perdiera ante el PSD, a pesar de no haber alcanzado la mayoría absoluta. "Para los valencianos fue una gran victoria que creyeron en el proyecto de PS. Nuestro objetivo era ganar con mayoría absoluta, casi estábamos allí. Los valencianos querían un cambio y un nuevo rumbo para la comarca", añadió Carpinteira. Según datos del Ministerio de Administración Interna (MAI), se determinaron las 11 parroquias, el PS ganó las elecciones legislativas con un 40%. La candidatura del PPD/PSD, encabezada por Manuel Lopes, alcanzó el 28,16% y consiguió dos escaños en el ejecutivo municipal y el movimiento independiente Fortalecer Valença, liderado por José Monte, concejal del aún mayoritario PSD en la Cámara de Valença José Monte, que dimitió por desacuerdo con la dirección política de la presidencia, alcanzó el 20,40 por ciento.
