El trovador estadounidense inauguró Las Noches del Botánico, en Madrid, haciendo gala de su cualidad de recitador más que de cantante
No fue probablemente la apertura con la que Noches del Botánico 2023 soñaba con un cabeza de cartel como Bob Dylan, pero fue una noche ciertamente memorable en la que el bardo estadounidense, más allá de un repertorio bonito pero no emblemático, doblegó hasta a las inclemencias meteorológicas. Faltó muy poco en realidad para que este primer concierto de su nueva gira por España no llegara a celebrarse. En el peor día de lluvia de todo 2023 en la capital a causa de la borrasca Óscar, a escasos 45 minutos del inicio del “show” comenzaba a jarrear sobre la ciudad, también sobre el Real Jardín Botánico Alfonso XIII.
Al final la fortuna se alió con promotora, artista y con los amantes de la música de Dylan y, a diez minutos del evento, la lluvia cesó. Lejos de emborronar el desarrollo del concierto, tales circunstancias le dieron cierta épica añadida a la velada, de repente envuelta en una temperatura muy agradable.
¿El sonido? Exquisito, nítido, con cada uno de los instrumentos identificables en la mezcla general, de la guitarra al contrabajo, también el piano tras el que Dylan permaneció inamovible desde el inicio hasta el final, aproximadamente hora y media después, haciendo uso de su cualidad de recitador más que de cantante y no dejando apenas espacio en el concierto a la nostalgia en su repertorio.
