La directora de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación de la UVigo, Rebeca Díaz, visitó Atlántico TV para hacer balance de sus 3 años al frente de la institución y desgranar la nueva edición de la Olimpiada Teleco, presentada la pasada semana.
Segunda edición de la Olimpiada Teleco. ¿Qué novedades habrá con respecto al pasado año?
En primer lugar, tenemos una nueva competición por equipos, la de Bachillerato, gracias a la demanda que hubo. Después, en nuestro caso particular, tenemos un nuevo patrocinador: R, que se incorpora a través de la cátedra R en ciberseguridad, para ayudarnos a financiar los kits y los vales que le damos a los participantes. Por último, este año, en lugar de restringir la competición a un equipo por centro educativo, les permitiremos presentar más.
¿En qué consiste la competición, a grandes rasgos?
Pretendemos que estudiantes preuniversitarios se familiaricen con tecnologías que nosotros utilizamos en el grado de Teleco. Para eso, lo que les planteamos es un reto que se circunscribe a una temática: salud y bienestar. Dentro de eso pueden hacer lo que quieran con sólo dos restricciones: que la programación que hagan sea compatibles con el procesador ITE de Arduino y que tiene que haber algún tipo de comunicación entre dos dispositivos. El tope de presupuesto es de 200 euros, contribuyendo nosotros con 100.
¿Le sorprendió la acogida de los estudiantes en la primera edición?
Se sorprendieron todas las escuelas de España de la gran acogida que había tenido aquí. Pero hay que reconocer que ya hay un trabajo muy importante del profesorado preuniversitario de Tecnologías que trabaja en los centros. Son gente motivada que le gusta participar en este tipo de iniciativas y es muy de agradecer. Por otro lado, nosotros hicimos una gran labor de campaña lo mejor que pudimos y la verdad es que tuvo mucha acogida y nosotros encantados de que sea así.
Ha manifestado su preocupación por el bajón en la matrícula de los grados. ¿Cuál cree que es la razón?
Pues ya me gustaría saberlo, porque de hacerlo dirigiría todo mi esfuerzo en esa materia. Pero es difícil de valorar. Nosotros aquí tenemos dos grados, uno de ellos impartido en inglés, que este año tuvo muy buena acogida. Es una tendencia generalizada en toda España y no tenemos claras las razones. Hay otros grados que surgen más novedosos y pueden parecer atractivos, pero es una pena porque el grado de Teleco da una formación muy buena y todas las empresas así lo dicen y los profesionales de Teleco se adaptan muy bien a las nuevas tecnologías. Otros grados son más especializados, y quizá por eso atraigan más.
¿Qué tipo de iniciativas están llevando a cabo para recuperar el tirón de Teleco?
En el centro siempre hemos tenido las puertas abiertas al profesorado preuniversitario y a su alumnado. Hacemos visitas a los centros que nos lo piden, ofrecemos 15 charlas técnicas cada año y nos resulta imposible atender todas las peticiones. El año pasado recibimos 170 peticiones y atendimos cerca de 120 en toda Galicia. Además, organizamos visitas al centro y nuestro alumnado se ofrece a colaborar. También tenemos otro tipo de iniciativas, como llevar la exposición de la asignatura de Laboratorio de Proyectos fuera de la propia Escuela, en el Verbum. A los alumnos de Secundaria les suele gustar bastante porque ven que estudiantes que tienen sólo unos pocos años más son capaces de hacer prototipos funcionales de cosas novedosas.
Va a cumplir 3 años al frente de la escuela. ¿Qué balance hace de esta época?
Se me han pasado súper rápido. A nivel personal, el balance es muy positivo. Yo he aprendido un montón de cosas y he disfrutado mucho, aunque también he pasado momentos complicados. Desde el punto de vista académico, el reto más grande, aparte de lo que son las tareas de captación y difusión de la escuela para que estos números de entrada mejoren, ha sido la reestructuración de las titulaciones. Siempre son aspectos complicados en un centro como este. Llevamos un año y pico en ello y espero que podamos presentar esas reformas este año.
La proporción de mujeres que se matriculan en estos grados todavía es muy baja. ¿Qué cree que está fallando y qué se está haciendo para corregirlo?
Creo que es un problema transversal y con muchos factores. Desde el centro intentamos visibilizar que las mujeres también pueden trabajar en esta ingeniería y hacer cosas muy novedosas. Que hay ingenieras que salieron de nuestra escuela con trayectorias profesionales de reconocido prestigio. Eso es lo que nosotros podemos hacer, porque otro tipo de cambios de mentalidad van más allá de nuestras competencias. Lo que sí que me parece triste es que en 2010 llegamos a tener una entrada de casi el 40% de mujeres y ahora estamos en el 18% escaso. Y dentro de las ingenierías no estamos tan mal. Es un mal común y un problema de difícil abordaje.
¿Qué tecnologías van a marcar el futuro de la Telecomunicación? ¿Cómo lo ven desde el sector?
Eso sí que es difícil de adivinar, pero lo que sí que creo es que habrá un cambio fundamental con las tecnologías cuánticas. No solamente en la parte de la computación, sino también en la comunicación. Es un sector que en Galicia se está apoyando con fondos específicos para tener una comunidad de gente formada en tecnologías relacionadas con la cuántica para el momento en el que esto arranque a nivel comercial. Ahí está posicionada la UVigo con ese laboratorio de comunicaciones cuánticas y la Escuela también, con el máster interuniversitario de tecnologías cuánticas. Es una oportunidad apostar por estas tecnologías que, de una manera u otra, afectarán al sector TIC profundamente.
