José Fariña: "No queremos grados nuevos, sino que los actuales sean más trascendentes"

José Fariña, durante su visita a Atlántico TV.
photo_camera José Fariña, durante su visita a Atlántico TV.
“El 30% de los estudiantes que se matriculan en primero no asisten a clase ni van a exámenes”, señala el nuevo director de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UVigo

José Fariña se convirtió la pasada semana en el nuevo director de la Escuela de Ingeniería Industrial (EEI) de la Universidad de Vigo. Conforme a la nueva Ley de Ordenación del Sistema Universitario (LOSU), lo hará durante los próximos seis años en un mandato no renovable. Es el primer cargo unipersonal del campus vigués elegido conforme a esta nueva normativa, ya que hasta ahora se habían renovado mandatos que se regían por la antigua ley, como el del decano de la Facultad de Filología, José Montero. Fariña visitó Atlántico TV para hablar de sus retos al frente de esta escuela.

 

 

Es un hombre con una amplia trayectoria en la EEI. ¿Qué le llevó a querer liderarla?

La responsabilidad. Yo estaba pensando ya en otras cosas, sinceramente, pero al ver la situación que se desencadenaba con el final del mandato de Juan Pardo, me decidí a liderar la marcha de la escuela en los próximos seis años.

Logró más del 90% de apoyos en la Junta de Escuela. ¿Cómo se siente?

Por una parte, es un honor tremendo que tus compañeros te elijan con esa rotundidad. Por la otra, estoy abrumado con la responsabilidad porque es un apoyo tan mayoritario que voy a tener que corresponder a esa confianza. Pero también me aporta tranquilidad. El trabajo en la escuela es colectivo, por mucho que nos esforcemos el equipo en sacar las cosas adelante, si el alumnado, el PDI y el PAS no apoya, no haremos nada. Ese apoyo me hace ver que podremos contar con las personas que forman este colectivo para llevar adelante nuestros planes.

El equipo directivo que comandará es bastante continuista con el de su predecesor.

Hay cinco personas que siguen y otras cinco que lo dejan. En este caso, no puedo dejar de agradecer a todo el equipo su implicación porque en esta actividad, la implicación es una decisión personal. Para mí es una tranquilidad poder contar con personas que ya estaban en el equipo porque el aterrizaje será más suave. Queremos una escuela con futuro, que no muera de inercia y usar el diálogo para sacar adelante las cosas. Este es un equipo joven salvo el director (risas).

Será el primer cargo unipersonal del campus de Vigo que ejerza durante seis años consecutivos conforme a la nueva ley. ¿Qué planes a corto y medio plazo tiene para Industriales?

Se centran en cuatro ideas. La primera está relacionada con la organización y planificación docente. Queremos darle una vuelta a cómo se planifican los horarios, los exámenes y la evaluación continua. Hay algo que nos preocupa muchísimo: la asistencia a clase. Queremos trabajar para que el alumnado acuda a las clases con interés. En este sentido también queremos confeccionar los horarios para que permitan la conciliación familiar. Además, queremos revisar la oferta formativa. Reflexionaremos sobre la necesidad de nuevas titulaciones. Es cierto que la escuela está comprometida ya con el nuevo grado dual de Automoción o el de Fabricación aditiva, pero queremos ver si con la revisión de los contenidos de los títulos que ya tenemos podemos cumplir con lo que las empresas nos piden, que en el fondo es lo que necesitamos. Esa reforma de la oferta formativa tiene que estar basada en la exigencia y en la calidad. Tenemos un reto tremendo para compatibilizar esos dos objetivos con la formación del alumnado, para dar una formación de calidad y exigente sin aumentar el índice de fracaso que estamos teniendo en las ingenierías, pero no depende sólo de nosotros, sino también de la preparación previa de los alumnos. El 30% de los estudiantes que se matriculan en primero no asisten a clase ni van a exámenes, es imposible reducir el índice de fracaso con esos números. Para ello queremos incrementar la presencialidad, porque de las 150 horas que puede tener una materia, 100 son de trabajo autónomo. Vamos a estudiar eso. También queremos darle un impulso al máster en Industriales para adecuar el perfil de los alumnos. Otra línea de trabajo es la visibilidad de la escuela: tenemos que hacer captación de alumnos que tengan el perfil y la motivación adecuada para el esfuerzo que van a tener que hacer. Por último, vamos a potenciar el sentido de pertenencia. Parece que no estamos haciendo las cosas del todo bien cuando las encuestas nos dicen que hay exalumnos que no querrían volver a la escuela. Por eso queremos fomentar ese orgullo de pertenecer a la escuela, no sólo en los alumnos, sino también en el personal docente e investigador.

El próximo curso implantará los Programas Académicos de Recorridos Sucesivos que permitirán encadenar grado y máster. Su escuela lo hará en Tecnologías Industriales e Ingeniería Biomédica. ¿Cree que será una buena iniciativa para mejorar esos índices de fracaso?

Yo apostaría por otras soluciones, pero es la que tenemos. Vamos a intentar que esa posibilidad de continuación que les da esa estructura facilite la continuidad en los estudios. Estamos viendo que los alumnos que acaban el grado se van a hacer prácticas en empresas y tienen la sensación de que no les hace falta seguir formándose. Al no tener que finalizar el grado para comenzar el máster, podremos fomentar esa continuidad.

De cara al futuro, ¿le gustaría ver algún nuevo grado en la Escuela de Ingeniería Industrial? ¿Cuál?

Sinceramente, lo que me gustaría es que los grados que tenemos ahora tuviesen una gran trascendencia en el entorno. Por ejemplo, el grado de Ingeniería Biomédica tiene una colaboración única en España con el Sergas y tenemos que explotarla al máximo. Creo que el resto de grados pueden cumplir perfectamente la modificación de las ofertas formativas que nos están pidiendo las empresas con la estructura que tenemos en estos momentos. 

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