Paco Ferreira está a punto de completar su segundo mandato como alcalde de Gondomar y el primero con mayoría. Aspira a repetir y asegura que le queda mucho por hacer tras sacar adelante una etapa ilusionate, pero también compleja y dura.
¿Cuáles son las sensaciones que le deja este mandato?
Tengo buenas sensaciones, pero en este sentido considero que habría que preguntarle a terceras personas, no al alcalde. El recibimiento de la gente es bueno, que es consciente de la transformación del municipio y los cambios, de los quehaceres diarios, la conservación y transformación del municipio.
¿Le quedan cosas por hacer?
Sí. A Pasaxe y su Fase 1 con ocho años de trabajo detrás, así como el desarrollo de la Fase 2. También nos queda por delante el Plan General de Ordenación Municipal. Por otro lado llevar a cabo la transformación de viales en parroquias, saneamiento e infraestructuras. Es una obviedad lo que venimos haciendo pero hay que hacerlo. También queremos materializar el paseo fluvial por el Miñor o la rehabilitación del CDL a través de fondos del IDAE. El proyecto político es algo que siempre está inacabado, es así.
Tras año y medio al fin lograron el desbloqueo de A Pasaxe, ¿y ahora qué?
Siempre hago un cronograma, 2016 aprobación del plan sectorial de carácter supramunicipal. 2017 y 2018 urbanización, reparcelación, plan de pagos, autorizaciones, Patrimonio y denuncias, todo esto ya está. Las obras están adjudicadas a Copasa por unos 3 millones de euros y en breve empezarán. Por otra parte ya nos reunimos con el delegado de Zona Franca, David Regades, y miembros de las dos administraciones para perfilar los flecos del convenio a fin de desarrollar esos 400.000 metros cuadrados de la llamada Fase 2. A Pasaxe se va a convertir en el motor económico del sur de Pontevedra, se va a incrementar en más de 3.500 puestos de trabajo con el añadido de que nos adherimos al convenio de ‘Concellos Doing Business’. Los empresarios que vengan a A Pasaxe van a estar exentos de ICIO o IBI y es algo a tener en cuenta. Es un ahorro considerable.
¿Se aventuraría a poner un plazo a la aprobación del Plan General de Ordenación?
No soy mucho de aventurarme, en 2016 la nueva Ley de Ordenación del Territorio de la Xunta lo que hizo fue retrotraer todos los procedimientos al inicio. Todo lo que no estaba aprobado hubo que empezarlo de nuevo, incluso con el informe de evaluación ambiental y a fecha de hoy nos queda solo Costas. Al momento que llegue lo que va a hacer el equipo redactor es elaborar el documento para llevarlo a pleno. Yo creo que está al caer, no va a ser mayo ni julio por elecciones y verano, pero entre septiembre y diciembre llegará la aprobación inicial .
¿Considera que este documento favorecerá al crecimiento demográfico como hasta ahora?
Los datos del INE están ahí, estamos por encima de los 16.000 habitantes. Crecemos de manera ordenada, con construcciones, nuevas áreas de reparto, planes especiales y esto se nota. El atrayente de Gondomar es que es un municipio muy bien conectado, con vigo a 15 minutos y un microclima bueno, servicios, infraestructuras deportivas o culturales. Un conglomerado que es la clave para seguir creciendo. Estoy convencido que con el PXOM superaremos los 20.000 habitantes.
¿Se marcan un tope poblacional?
Son 75 kilómetros de extensión, siempre digo que Baiona y Nigran cogen dentro de Gondomar y sobran 15 kilómetros cuadrados y por lo tanto tiene para donde crecer. A 20 o 30 años vista va a ser el ayuntamiento cabecera de la zona, la gente lo elegirá pero esto hay que acompañarlo con proyectos, saneamientos, infraestructuras, parques, jardines, servicios de biblioteca, ludotecas o guarderías. Le vamos a proponer esta última a la Xunta y a poder ser en A Pasaxe. Creemos que es una manera de conciliar y con 7000 puestos de trabajo tiene que estar dotado
¿La cifra ideal?
La tiene que marcar la evolución, no vale con decir 30.000 o 50.000. Hay ejemplos de municipios con problemas en este sentido por crecer muy rápido en poco tiempo. Tiene que ser armonizado, con sentido, con buenos viales y sin destrozar el rural. Poco a poco, no hay prisa. Que sea atractivo y que se pueda vivir bien
De qué tiene que vivir Gondomar. ¿De turismo, del sector servicios, de industria, de los tres?
Gondomar tiene que vivir de todo, donde todo se complemente.
Sobre las inundaciones, hay en marcha un proyecto con la Xunta que se centra sobre todo en la confluencia del Miñor y el Zamáns. ¿Cree que será suficiente para cambiar la tendencia que se repite prácticamente cada año?
No va a ser suficiente ni mucho menos. Es un proyecto que viene impuesto de Santiago con una inversión de dos millones para mitigar, pero no va a dar solución. Sinceramente preferiría que me hubiesen dado la gestión del dinero, pero no funciona así. Gondomar se construyó no del todo bien, hay unos elementos transversales en torno al río como la autopista, el puente de Mañufe o de la Xunqueira y hay que hacer una actuación muy potente río abajo. El problema no está en el centro, está de Gondomar hacia la Foz. Hay que limpiar el río, quitar arboles caídos, corregir meandros, hay que rebajar el lodo, incluso trabajando en la parte de A Foz. Si no hay manera de aliviar no podemos hacer mucho más.
¿Contemplan enumerar alternativas al organismo competente?
Sí. y ya lo hicimos hace un par de semanas, pero ellos argumentan que no pueden hacer cambios porque se perderían las ayudas procedentes de fondos Feder de Europa. Con todo, tienen que trabajar en esa línea. Otro problema que tenemos es que contemplan cortar el vial del puente para reconstruirlo y hoy en día no tenemos posibilidad de desviar el tráfico, ni por la periferia ni por el centro. No pueden restringirlo totalmente porque estamos hablando de un año, tiene que hacerlo por carriles poniendo en marcha un plan de tráfico mediante regulación semafórica. Si no lo hacen de este modo no se va a poder ejecutar. Este es el primer obstáculo que está sobre la mesa.
