Miguel Méndez. Entrenador vigués y seleccionador español de baloncesto

Miguel Méndez: “Cuando estaba en el Celta, no pensaba ser seleccionador”

Miguel Méndez prepara el Eurobásquet con España en Vigo.
photo_camera Miguel Méndez prepara el Eurobásquet con España en Vigo.

Miguel Méndez (Vigo, 1967) inició el martes  la concentración con la selección española femenina de baloncesto en Vigo con el objetivo de preparar el Eurobásquet que se celebrará entre el 15 y el 25 de junio en Israel y Eslovenia. El entrenador vive unos días especiales porque dirige al combinado estatal en su ciudad. “No fue una idea mía, pero estoy encantado de que la gente conozca el lugar en el que vivimos”, explicó el técnico. 

¿Cómo son las primeras horas de la concentración?

Pues todavía llegando, aterrizando. Los primeros días son un poco locura porque hay que llegar, instalarte y ver cómo están las jugadoras tras terminar la competición. Hay dolores, sobrecargas y saturación mental. Por lo tanto, intentamos equilibrar todo el trabajo que hacemos y tomamos decisiones.

¿Tiene clara la idea de juego? 

Sí, malo sería que no lo tuviera claro a estas alturas. Nos tenemos que adaptar unos a otros. Ya hace dos años que me hice cargo de la selección, hemos probado cosas y a más de treinta jugadoras en este tiempo. Estoy a la búsqueda siempre de cosas que puedan mejorar al equipo.

¿Qué se hace antes de la concentración?

Es el trabajo de seleccionar y que pasa por seguir a las jugadoras y buscar alternativas a las carencias que puedan existir. Hago un seguimiento exhaustivo de más de 30 jugadoras. Ese grupo grande que, en caso de que alguna falle, saber la que tiene que venir. Y a partir de ahí encontrar un equilibrio y la estructura del equipo. Pasa por saber el número de pívots, de aleros y de bases que queremos traer. Se trata de eso y de estructurar al equipo de la mejor manera posible.

¿Qué España vamos a ver?

El trabajo en la selección es más sencillo que en el club porque somos todos españoles y vamos a jugar ‘a la española’. No va a variar mucho de lo hecho en los últimos años porque somos una selección marcada por el físico y por la falta de capacidad atlética de algunas jugadoras. Igual es buen momento para debatirlo porque es algo intrínseco al baloncesto femenino, que no se da en el masculino, que sí tienen deportistas con esa gran capacidad atlética. En mujeres nos cuesta encontrar esas jugadoras grandes y esa falta de físico nos limita en muchos aspectos. Por ello, tenemos que aplicar aspectos del baloncesto español de siempre que pasa por jugar mucho a campo abierto, hacerlo en llegada, sin parar el juego y sacar mucho del trabajo defensivo. Es una filosofía española.

¿Qué objetivo se plantea? ¿Ir a los Juegos?

La Federación Española no me habló de un objetivo concreto y, para este torneo, nos faltan tres jugadoras interiores y una de ellas que es fundamental como Astou Ndour. El ‘boom’ del baloncesto español llegó cuando se nacionalizó a Sancho Lyttle y, después, le tomó el relevo Ndour. Esa jugadora nacionalizada, no nacida en España, nos dio esa capacidad atlética que buscábamos y nos permitió estar en los puestos altos de los campeonatos. No la vamos a tener y deberemos suplirla con otro tipo de cosas. Ahí veremos cómo estamos y lo que nos vamos a encontrar. Es una incógnita para todos y cómo nos vamos a encontrar en esa situación. A partir de ahí, veremos el objetivo del equipo. 

¿Qué objetivo se pone? Y no me diga ganar todos los partidos. 

Pues es lo que iba a decir. Todos queremos ganar cada partido que juguemos. Eso sí, somos cautos y prudentes. Si estamos aquí y se produjo una pequeña revolución en el cuerpo técnico y en las jugadoras es porque los últimos campeonatos han ido mal. En el último, en España como locales, la selección terminó séptima. Ese puesto no nos serviría ni para entrar en medallas ni para ir al preolímpico. Y en ese evento sí estaba Ndour. Hay que ser prudentes, tener los pies en el suelo y saber el lugar en el que estamos. Tendremos menos potencial atlético que en ese torneo. Queremos ir partido a partido, pero ir así significa intentar ganar cada encuentro. 

¿Costó convencer a la Federación de concentrarse en Vigo porque escapa a lo habitual?

A mí no me costó nada porque no fue idea mía. Fue una cuestión de Gorka Gómez, el diputado provincial de Deportes. A partir de ahí, llegaron a un acuerdo con la Federación Española y, claro está, mi voto fue un sí rotundo. Es difícil encontrar un lugar mejor para trabajar y, como vigués, estoy encantado que la gente conozca mi ciudad y el  lugar en el que vivimos. 

¿Cómo le recuerda a los tiempos en los que comenzaba en el Celta?

En el Celta comencé en el 2000 y no eran jugadoras jóvenes, aquel equipo estaba plagado de veteranas y exinternacionales. Después sí que se convirtió en un equipo de jóvenes cuando llegaron Laura Nicholls, Alba Torrens -todavía en la selección- y la viguesa Tamara Abalde -retirada este verano-. También hubo extranjeras jóvenes y sí que lo recuerdo con mucho cariño. En este pabellón de Navia no tengo esos recuerdos porque no estaba construido, pero en el de As Travesas sí que tendré esas sensaciones que me llevarán a mi familia de aquí: Paco Araújo, Rosa Patiño, Antonio Ramos… Y todos con los que trabajé aquí. Será emotivo. 

Si le llegan a decir que iba a volver como seleccionador…

Nunca me he planteado el siguiente paso. Siempre fui día a día como entrenador. En su día, al salir del Celta, llegué a un equipo español que disputaba competición europea y era lo que me apetecía hacer. Después me salió una oferta en el extranjero y creí que era el siguiente paso y, por último, llegó el momento en el que tuve la suerte de que el mejor equipo del mundo tuviese una oferta para mí y lo disfruté muchísimo. Ahora estoy en lo siguiente, que es entrenar a una de las mejores selecciones del mundo. Estoy a lo que toca día a día y claro que en aquel momento no me planteaba la carrera que estoy haciendo ahora.

Te puede interesar