La abogada laboralista, ex política y protagonista en tertulias televisivas Cristina Almeida preside El Club de las 25, un colectivo feminista que lucha por la igualdad real y que trata de visibilizar a mujeres destacadas en todos los ámbitos. A sus casi 80 años mantiene intacto su compromiso social, su defensa de la libertad, la igualdad y los valores democráticos.
En lo que va de año hubo diez mujeres asesinadas a manos de su pareja o su ex pareja y 7 niños asesinados por su progenitor. ¿Cómo se puede acabar con esto?
Los primeros que tienen que reaccionar son los hombres porque al final los que matan son ellos. ¿Qué pueden tener dentro para que puedan matar a niños de 6 años no tanto para hacerles daño a ellos sino a las madres? Es una maldad tremenda. No se puede justificar. Hay un cambio de actitud en la violencia que nos preocupa y que hay que examinar.
¿La decisión de que un padre maltratador pueda ver a sus hijos debe estar en manos de un juez?
Estos días se planteó la posibilidad de quitar el derecho de visita de los padres maltratadores. Se estaba pidiendo, pero se veía como una forma de agresión de las mujeres hacia los hombres y no como una protección hacia los niños. Nadie quiere quitar ese derecho a un padre si es un padre que los trata bien. Los puntos de encuentro eran un desastre, no valían para nada, hay que estar constantemente vigilando, por eso está bien que se reúnan los comités de crisis para ver qué hay que cambiar. Hemos visto hace poco cómo cuatro guardias civiles estaban emitiendo informes de seguimiento de VioGen sobre una mujer que llevaba años fallecida. Algo pasa y hay que apoyarlo más, estas cifras no se pueden resistir.
¿Qué hay detrás de la mentalidad machista?
La posesión. Los peligros para las mujeres vienen en el momento en que deciden separarse, es causa de muerte en cuanto te descuidas. No hay que aumentar la presión sobre las mujeres para que no denuncien o para que, si han denunciado, no asistan a las declaraciones. Los jueces están deseando decir que si ella no quiere, ellos tampoco, y dejan indefensa a un montón de gente. Tienen la presión de la familia ("no vas a meter al padre de tus hijos en la cárcel", “déjalo que te va a perseguir más”), la promesa del círculo de la violencia ("te voy a perdonar") y un montón de situaciones que dejan sin efecto la voluntad de denunciar. Hay que hacerlo por encima de ella. Defender a la mujer es defenderla de ella misma porque no saben hacerlo o no pueden con las presiones. Tiene que ser la sociedad la que la apoye.
¿Falta sensibilidad en los jueces?
Claro, porque los jueces vinieron a esto cuando se crearon los juzgados de Familia en sitios importantes. Esto multiplicó los factores de concienciación de los jueces, de los funcionarios y de los policías que estaban acostumbrados a decir que eso se arreglaba en casa. Eso implicaba el abandono de las mujeres. Ellos se pueden “ir a por tabaco” y no volver sin que nadie diga nada, pero si se va la mujer la gente empieza a decir “te han dejado”, “eres tal o cual”. Son presiones sociales para ir contra la libertad de las mujeres.
¿El feminismo sacó al machismo del armario?
El feminismo es una teoría de la liberación que nunca ha tenido que matar a nadie, que no ha perdido las batallas que ha iniciado, las ha ganado en su mayoría aunque les haya costado la vida. Pero el machismo es una teoría de opresión que solo nace haciendo daño a otro y que nunca ha tenido la paz y el sosiego que hemos tenido muchas mujeres para tirar adelante. No comparemos.
¿Qué diría a los que siguen despreciando al feminismo?
Antes pasaba más, en los años 60 te tiraban huevos por la calle Atocha, íbamos cuatro al 8M y nos decían que había cosas más importantes. Mira en qué se ha convertido. El movimiento feminista es de los más importantes que hay, no solo en España sino que gente de fuera viene a examinar el apoyo de mucha gente joven. Algunos piensan que el feminismo es una agresión, pero a nosotros no nos interesan ellos, sino la vida y los cambios a mejor. Si hay que esperar esperamos, no se arreglan las cosas entrando como un loco a matar. Hemos luchado por el permiso de paternidad, aunque algunos no lo entiendan mucho, para que lo usen para que relacionarse con los hijos. Un estudio demostró que en pandemia hubo un superávit de estudios universitarios sobre todo en hombres, mientras las mujeres estaban más con los niños, se vio los tiempos de cada uno.
¿Por qué tratan de recuperar la memoria de mujeres feministas del tardofranquismo?
Todos hablan de los “padres” de la Constitución, los diez que la escribieron, pero la hizo la gente luchando en la calle por la democracia y la libertad, entre ellos montones de mujeres.
¿Le preocupa la crispación que se ve en la política nacional?
La crispación nunca lleva a nada positivo. En mis doce años de diputada y senadora nunca hubo ese clima de odio, insultos y de no poder casi hablar. Para mí la política era una forma de diálogo, queríamos hacer cosas por los demás, ahora parece que queremos hacer cosas contra los demás, lleva a un camino sin salida. No se quiere admitir que haya Gobierno y entonces se dice que es ilegal, y yo soy partidaria de la amnistía porque la he vivido y porque hay más de 350 juicios preparados en Cataluña que tardarían años en resolverse. Con esta medida no quito el delito, pero quito los efectos, y tendríamos una convivencia más cercana.
