David Posada: "El cáncer en cada persona es único, estamos estudiando su evolución"

David Posada visitó el set de Atlántico TV tras recibir la medalla de la RAGC.
photo_camera David Posada visitó el set de Atlántico TV tras recibir la medalla de la RAGC.
“Nuestra investigación nos da una visión más compleja de la enfermedad, podemos ayudar a tomar decisiones”, asegura el catedrático en Genética de la UVigo

David Posada, catedrático de Genética en la Universidad de Vigo, es el científico más citado de la institución viguesa, tanto a nivel global (688º del mundo) como en su campo (11º del mundo). Recientemente fue galardonado por la Real Academia Galega das Ciencias (RAGC) con la medalla Ángeles Alvariño por su excelente trayectoria.

 

 

¿Cómo valora este reconocimiento por parte de la RAGC?

Evidentemente, muy bien. Cualquier reconocimiento es bienvenido y cuando viene de tus colegas y de tu tierra, fantástico. Este premio no es para mí solo, sino también para toda la gente que me ha ayudado, que es mucha; desde quien aprendí hasta mis estudiantes.

¿Se lo esperaba?

No fue una sorpresa total porque la UVigo ya me había dicho que me había propuesto como candidato, pero sí que me sorprendió que me la concedieran.

De todos los hitos logrados hasta ahora, ¿con cuál se quedaría?

Yo creo que el haber establecido algo aquí, en un sitio pequeño desde el punto de vista científico como Vigo. No deja de ser un lugar en la esquina de un país que está en la esquina de Europa, donde la investigación se concentra sobre todo en Madrid y Barcelona. Haber sido capaz de llevar a cabo una investigación, formar doctores y mover un grupo obteniendo dinero para seguir publicando e investigando a nivel internacional es un orgullo para mí. Yo soy vigués y volví por razones personales. Un investigador no vuelve a España por razones profesionales, yo estaba bien en Estados Unidos. Empezar desde cero aquí y haber logrado formar a muchos estudiantes es todo un orgullo.

Su investigación combina biología con estadística e informática. ¿Qué aportan a su campo estas dos disciplinas?

Son fundamentales. Ya lo eran hace tiempo, pero a día de hoy existe todo un paradigma que llamamos 'ciencia de datos' que consiste en el análisis de cantidades ingentes que no son tratables de ningún modo. Cuando yo empecé en esto, uno podía pararse a abrir un archivo de una secuencia de ADN y echar un vistazo. A día de hoy, esos archivos contienen diez mil veces de cosas más. El primer genoma humano se tardó 7 años en reconstruir, ahora lo hacemos en dos horas. Es decir, hay millones y millones de datos. Trabajamos siempre con el centro de supercomputación de Galicia porque son cantidades masivas de datos. Y en cuanto a la estadística, cuando tienes conjuntos de datos, tienes que usarla para identificar a las poblaciones.

Su última línea de trabajo incide en la genómica evolutiva del cáncer. ¿Qué avances se han hecho en este campo?

Mi investigación se centra en aspectos muy básicos. El cáncer es evolución pura y dura. El darwinismo (la competencia de las especies por los recursos) también ocurre en las células. Cuando una célula es capaz de dividirse más rápido, empieza a desobedecer ciertas 'reglas' que tiene que cumplir para ser una buena célula y se convierte en un tumor. Yo intento entender ese proceso desde el punto de vista de la biología evolutiva, no desde el punto de vista médico. ¿Para qué nos ha servido eso? Ahora mismo, no resulta en nuevos tratamientos, pero sí en entender mejor por dónde se mueven las células, qué rutas escogen... Y entendiendo eso, nos da una visión más complicada del cáncer, porque el cáncer de cada persona es único. Con este tipo de herramientas, podremos ayudar a un médico a tomar decisiones.

¿Qué puede suponer esto de cara al futuro?

Los avances que se hacen ahora son muy lentos. Entre todos trabajamos poquito a poco. Yo intento entender mejor los procesos y en el fondo lo que vamos viendo es que todo es más complicado de lo que parece en el cáncer, cada uno es único.

Combina la docencia con la investigación y, además, es uno de los más citados del mundo. ¿Cómo consigue esto?

Yo he dado muy poquita clase en los últimos 10 años porque debido a que tenía unos proyectos particulares de la UE con presupuestos muy altos y mucha dedicación, tenía una reducción docente muy grande. Hace poco he vuelto, y hemos creado la materia de Bioinformática en nuestra facultad. ¿Cómo compagino? Con orden y dedicación se puede hacer todo. Trabajo 8 horas al día, me organizo, intento no perder tiempo... No es un mérito especial ser investigador, ni es un trabajo duro, todo lo contrario, hacemos lo que queremos, y eso no lo puede decir todo el mundo. Yo no lo enfoco como un gran sacrificio, aunque hay otros compañeros que sí. Entiendo que es un trabajo normal, que de lunes a viernes y de 8 a 17 horas te da tiempo a hacer todo organizándote.

Fue uno de los promotores de un consorcio para monitorizar el covid. ¿Qué se conoció gracias a ello?

En principio, monitorizar lo que pasaba en cada momento y entender qué variantes había en Galicia comparado con otros lugares. Nosotros no tomábamos decisiones. Yo estaba encerrado en mi casa y me dije 'algo tengo que hacer'. Cogí el teléfono y me hicieron caso en los hospitales y las universidades y montamos esto. Como teníamos conocimientos avanzados de genómica, ayudamos a poner en marcha un plan de monitorización. Al final lo llevó todo el Sergas y tomó decisiones a partir de ahí, porque saber lo que hay es importante. Se puede decidir aislar zonas porque acaban de aparecer nuevas variantes con esos datos, la información es el poder. Con este trabajo está haciendo una tesis una estudiante mía y aún quedan cosas por salir, que es un relato de cómo fue. En esta tesis, publicaremos un artículo en el que vamos a contar cómo fue la historia en Galicia: por dónde entró, cómo, cuándo... Toda la historia del virus en Galicia desde el punto de vista de las variantes genéticas. Aprender qué ocurrió puede ayudar si vuelve a ocurrir algo así.

¿Se esperaba que la genética tuviese un papel tan fundamental en la pandemia?

Sí. Por supuesto que no reivindico la genética como todo lo que hay, la ciencia es multidisciplinar, pero los virus son poco más que material genético rodeado de proteínas. Y en esos genes está la información de todo lo que hacen. Eso y el azar, que importa mucho. Entendiendo cómo muta el virus, podemos intentar llegar a predecir a dónde va a ir y dónde no va a ir. Y luego, las vacunas. Sin haber estudiado la secuencia genética de este virus, no habría vacunas. Y estas salvaron millones de vidas.

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