Abel Estévez: "El Porriño es mi proyecto de vida; la política es circunstancial"

El máximo mandatario del club porriñés acudió al set de Atlántico.
photo_camera El máximo mandatario del club porriñés acudió al set de Atlántico.
Abel Estévez es el máximo dirigente del Conservas Orbe Rubensa Porriño desde 2017 y lleva vinculado a la entidad desde los ocho años

Presidir un club deportivo es una fuente constante de preocupaciones y atención. Abel Estévez (Mos, 1978) lo sabe bien como máximo dirigente del Conservas Orbe Rubensa Porriño desde 2017 y vinculado a la entidad desde los ocho años. Toda la vida. Si encima lo compagina entrenando en Plata y ejerciendo de concejal en su concello, las horas del día se vuelven escasas. Y aún así, tiene tiempo para visitar Atlántico

 

¿Cuántas veces suena el teléfono?

La verdad es que muchas. Últimamente, lo tengo en silencio para poder centrarme en lo que hago, pero sí que recibo muchas llamadas y a veces no puedo atender a todo el mundo como quisiera.

¿Cuánto trabajo tiene un presidente de División de Honor?

Soy bastante afortunado porque hemos montado un grupo de directiva muy fuerte y cada día intentamos que cada uno tenga un área específica de trabajo. Eso me libera un poco. Seguimos creciendo y cada día la gente se implica más y hay que agradecerles a todos que me faciliten el trabajo para poder centrarme en otras cosas. 

¿Cómo le lían para esto cuando entrenaba al primer equipo?

Es un paso natural. El anterior presidente, que sigue siendo patrocinador del club, Fernando Godoy, llevaba ya mucho tiempo, lo quería dejar y no había muchos candidatos para asumir ese reto. Nosotros quisimos montar una cooperativa de entrenadores y así estamos funcionando, apoyados por padres de jugadores que se han ido incorporando. Lo agradecemos porque solo con los entrenadores no podríamos llevar a cabo todo lo que estamos haciendo.

Entiendo que su vocación es más de entrenador que de directivo.

Sí, pero estar en élite también desgasta. Fueron casi diez años seguidos entrenando. Creo que el equipo requería también una mayor atención, por eso pensamos en Isma para asumir ese reto. Fue un acierto y los resultados lo están demostrando. Isma tiene una dedicación plena, está centrado solo en eso y la verdad es que el rendimiento es mayor cada día. El año pasado pudimos igualar la mejor clasificación de nuestra historia, algo de lo que estamos muy satisfechos.

El gusanillo sigue vivo y por eso dirige al equipo de Plata. 

Es mi válvula de escape. He asumido otras responsabilidades, en este caso en la vida política como concejal, y el poder ir un fin de semana con el equipo de Plata me hace matar ese gusanillo. Espero no tener que dejarlo nunca porque sí que es mi vocación entrenar y es donde más a gusto estoy.

El equipo masculino vuelve a Primera Nacional.

Creo que es su sitio natural. Cuando cogimos la directiva, tuvimos que tomar decisiones duras a nivel económico. Apostamos por que solo jugase gente de la casa en Primera Nacional y eso nos supuso perder jugadores y descender. Al final, trabajando bien la cantera, hemos conseguido el ascenso. Estamos muy contentos por ello, pero vamos a seguir la línea de no pagar y jugar solo con gente de casa, aunque es complicado. Algún jugador se nos va a ir a Ibiza, a Plata, y otro probablemente fiché por Cangas para jugar en el Luceros. Tendremos que hacer incorporaciones.

Pero la joya de la corona es el equipo de División de Honor. ¿Contento con la plantilla?

Muy contento. En lo que hemos acertado es en intentar buscar gente que se adapte al sistema de juego de Isma Martínez. Las dos incorporaciones, tanto la de Maddi (Bengoetxea) como Ana Belén (Palomino), han rechazado ofertas de equipos con más potencial que el nuestro como puede ser Rocasa, o incluso Bera Bera. Muy contento porque vienen aquí para dar un paso en cuanto a ambición deportiva. Ana Belén nos va a dar estabilidad en portería con Ayelén. Y Madi nos da polivalencia en la primera línea. También es una muy buena defensora. Son dos jugadoras que nos pueden aportar el salto de calidad que estamos buscando para asentarnos en esos primeros cinco puestos.

Precisamente, quinto fue el año pasado. ¿Hubo alguna posibilidad de jugar en Europa?

No explotamos esa opción. Sabemos que Elche recibió una ‘wild card’ que era el que nos precedía la clasificación. Pero como una de las plazas se la llevó Granollers por su papel en la Copa, no hemos forzado esa situación. Ahora mismo, nos complicaría a nivel económico el tema de Europa. Creo que el objetivo tiene que estar ahí, pero debemos intentar conseguirlo directamente en la pista porque eso nos permitiría trabajar con unos meses para poder ver si tenemos los apoyos económicos suficientes para afrontarlo. 

¿Volver a una fase final de Copa de la Reina parece un bonito objetivo?

Sí, es uno de ellos. Los años anteriores estábamos condicionados porque en el sorteo de las fases previas no éramos cabezas de serie. La buena temporada del año pasado nos permite serlo este año. Esperamos tener un sorteo más benévolo y poder aspirar a esa fase final, que evidentemente es un escaparate. Y en Liga, la idea es repetir un poco la tendencia para estar entre esos cinco o seis puestos que peleen por entrar en Europa.

Mucha culpa de este buen momento la tiene Isma Martínez. Un acierto mantenerlo.

Isma fue mi mano derecha en el equipo de División de Honor y coordinó la base femenina durante casi diez años. Después, se fue al Novás para adquirir experiencia. Cuando le planteamos volver y que asumiera la primera plantilla, aceptó el reto y fue un acierto. Para mí, es el mejor entrenador de Galicia. No solo eso, es uno de los mejores de España. En los primeros años, quizá nos equivocamos en el diseño de alguna plantilla porque cuando llegó, estaba hecha. Ahora tiene más peso en las decisiones y el equipo se parece más a lo que él quiere. Eso nos llevará a metas superiores. 

¿Cómo compagina toda esta faena con su trabajo de concejal?

Como puedo. Esa labor me lleva todas las mañanas y buena parte de las tardes. A partir del 1 de agosto le dedicaré al balonmano algún rato a última hora de la tarde. Se lleva porque tengo apoyo de otros entrenadores. Rubén, Gerardo… Este año vamos a incorporar a Alberto Vázquez, un exjugador del club que por circunstancias estuvo en Edimburgo. La idea es hacer un tercer equipo femenino de Autonómica para dar cabida a las jugadoras juveniles que van subiendo y no tienen sitio en los dos primeros.

Como concejal, ¿se percibe más la labor social de Porriño, igual que Guardés, en la normalización de la mujer en el deporte?

Tengo la sensación de que no se valora lo suficiente la labor que ambos clubes hacemos en el deporte gallego. Porriño lleva 12 temporadas seguidas en División de Honor y Guardés 11, con un título de Liga y constantes participaciones europeas. Nosotros llegamos a clasificarnos, pero tuvimos que renunciar. Es mucha estabilidad en dos clubes. Parece fácil pero no lo es. Creo que hay que poner en valor lo que estamos haciendo con menos medios que otros equipos que nos duplican el presupuesto y nos sacan demasiada ventaja. 

¿Qué tal las relaciones?

Inmejorables. En los últimos años hay una muy buena relación, se han vuelto a jugar partidos en pretemporada y los dos clubes participan en la Copa Galicia. Esto facilita mucho la formación de los equipos y la preparación. También hemos ido de la mano en muchas cosas en las últimas reuniones de la Liga y creo que debe seguir siendo así. 

¿Hasta cuándo se ve manteniendo este ritmo? 

Como presidente, hasta que los socios quieran. Y la verdad es que es mi proyecto de vida. Mi paso en la política es circunstancial, por ayudar a Alejandro Lorenzo, el alcalde. Mientras él quiera, seguiré ayudándolo. Pero creo que mi vida estará más tiempo ligada al club.

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