Los parados de más de 50 años en Vigo apenas tienen opciones
“A las empresas les cuesta encontrar talento y hay seniors que quieren trabajar, hay que casar esas dos realidades”
María Estrella López tiene 51 años y vive en Pontevedra. 25 años como profesional a sus espaldas, dos carreras, suficiencia investigadora y un año de experiencia internacional y lleva seis meses en búsqueda de empleo. De momento, sin éxito, porque con su experiencia “al ver más de 50, ni abren los curriculums”. Así que, para seguir activa, se ha matriculado en un máster, está perfeccionando su inglés y se ha anotado a oposiciones. “Se está perdiendo el talento senior, porque ese talento, enriquecido por la experiencia, se está dejando en la cola del paro”, opina.
Paula Recarey, del equipo de Fundación Nortempo, lo constata: “el 60% de los parados de larga duración son mayores de 45 años”.
La especialista de la empresa gallega de recursos humanos explica que en este grupo de edad “hay gente muy preparada y muy válida, que han tenido una carrera profesional y con las crisis, primero 2008 y luego la pandemia, perdió su trabajo de toda la vida y, aunque con grandes curriculums, les cuesta reubicarse por la barrera de las empresas con sus prejuicios”, señala.
En este sentido precisa que desde los procesos de selección se pueden hacer cosas, por ejemplo el curriculum ciego. “Si se supone que vamos a sociedad que busca la no discriminación, por ser mujer, por ser casado o soltero o por tener cargas familiares, no se deberían incluir datos personales en el curriculum, tampoco foto, ni fecha de nacimiento. Que sólo se tenga en cuenta la formación y experiencia de esa persona”. Y así lo incentivan desde Nortempo en las selecciones que realizan.
“La lucha es día a día con la cultura empresarial ante esos estereotipos, porque piensan que la gente más mayor es menos flexible o más desactualizada”. Pero opina que “hay mucho que hacer en la cultura empresarial, porque vamos a una sociedad más envejecida y el consumidor o el votante valora el perfil senior y se habla de la "silverización" de la economía (en referencia al color plata, silver en inglés, de las canas) pero eso se tiene que trasladar al mercado laboral", precisa.
A su juicio, “a las empresas les cuesta encontrar personas para trabajar y hay personas senior que quieren trabajar, hay que casar esas dos realidades”.
Diferente en directivos
Margot Alvarez Barbosa, directora Synergie, tiene otra perspectiva porque “donde los perfiles son directivos o mandos intermedios, sí que los clientes no tienen tan en cuenta la edad, porque aquí lo importante es la experiencia y formación muy específica del puesto, y solo se consigue con muchos años de trabajo y estudios continuos”, explica.
De todas formas, asegura que “nos están pidiendo una media de edad que ha subido, ya no se busca alguien, sin experiencia porque la gente joven ofrece poco compromiso”.
Señala que “cuando nos llama un cliente, interesándose por un perfil, preguntamos la edad. Hasta hace un par de años decías más de 50 y te decían que no. Eso ha cambiado, porque los ven como personas competentes y con experiencia. No para echar cohetes y no todos los clientes, pero sí está pasando”.
Añade que “en los servicios de trabajo temporal que normalmente son perfiles medio-bajo, en general, la edad límite suele ser 45 años, pero en el sector de la alimentación en fábricas (conserva, congelado o producto fresco), se premia la experiencia y aquí sí que les encajan personas de más de 50 años”.
En resumen, en Synergie ven que “la mentalidad de los responsables de las empresas ha ido cambiando conforme al escenario en el que nos encontramos. Las nuevas generaciones, que han cambiado sus prioridades y compromiso en torno al trabajo, por lo que más de 50 es una apuesta casi segura de un compromiso y esfuerzo”, concluye.
“Cuando pones el año de nacimiento estás descartado”
Estrella López ya tiene seis meses de experiencia buscando trabajo con 51 años y se ha encontrado con algunas casuísticas recurrentes, no se queja, sólo analiza. Por ejemplo, en algunos perfiles piden tantas competencias que “sólo falta haber trabajado en la Nasa. Muchas de esas ofertas son falsas. Hay empresas que cuelgan empleos que no son reales para tener visibilidad. Me he encontrado que ese puesto aparece de forma constante cada tres o cuatro meses. Haría falta un poco de control”, opina.
Lo que sí ha notado “es que cuando pones el año de nacimiento estás descartado” y añade “tienes una persona formada, que se ha ido reciclando y no la contratas porque ya ni ves su curriculum”.
Opina que “la mayoría de los que tenemos más de 45 años pertenecemos a la generación más formada, que hemos sabido lidiar con el cambio tecnológico. Tenemos toda la visión transversal y no lo comprendo. Si piensan que es por la energía, eso no depende de la edad, sino de la persona. Es una etapa que tienes toda la energía, capacidad, más tiempo y experiencia y no quieren saber nada de ti”, lamenta.n
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