Un castigo mayúsculo para el Conservas Orbe Rubensa Porriño ayer, que luchó lo que pudo pero a quien se le notó falto de alma y de convicción. El equipo de Isma Martínez recibía la visita de uno de los mejores conjuntos de la categoría el año pasado y, este, no será diferente. El Atticgo Balonmano Elche dominó desde la defensa y machacó en ataque, mostrando un punto de velocidad y de frescura ante un Porriño que, pese al aliento de los suyos, se vio que hoy no era el día para la épica.
Aún así, la plantilla de Martínez, todavía golpeada por las lesiones, plantó batalla durante veinte minutos. Los que necesitó el Elche para encontrar la tecla y endurecer el partido. Primero desde la defensa, dejando al equipo local sin ver portería durante cinco minutos. Luego, a través de un vendaval ofensivo, más maduro que el del Porriño. Las múltiples propuestas con las que contaba el equipo ilicitano hizo que el ritmo de juego se mantuviese muy alto en el final de la primera parte, y eso pasó factura a las porriñesas. El gol de Celia Guilabert en el minuto 26 obligó a Isma Martínez a pedir tiempo muerto al ver que su equipo se ponía tres tantos por debajo (11-14). El descanso llegó con el marcador en contra para el Conservas Orbe Rubensa (11-15). En la segunda parte, el planteamiento fue diferente para el Porriño, modificando la defensa en un 5:1 con Satomé en el avanzado y volcando el juego ofensivo en Carmen Prelchi. Ahí se encontró a la portera Nicole Morales, evitando que el conjunto local recortara distancias. El equipo porriñés no terminaba de encontrarse en ataque y eso le acabó costando el partido. En el minuto 10, el Elche cogió una ventaja de seis goles tras el contrataque de Oppedal, ya prácticamente insalvable.
La propuesta de ataque con Prelchi y Campo en el pivote permitió hundir la defensa ilicitana para que Buforn anotase con comodidad. Por su parte, el Elche tenía a Kelly Rosa de dulce siendo uno de sus pilares en ataque en este último tramo. Quedaban 15 minutos para el final del encuentro y el Conservas Orbe Rubensa se encontraba ocho goles por debajo (16-24). Ante ello, Martínez decidió tirar de recursos y de jugadoras de base. Aroa Fernández se echó el equipo a las espaldas en la faceta goleadora y se estrenó en División de Honor con su nuevo equipo. Derrota por 23-32 que deja al Conservas Orbe Rubensa con dos puntos en dos jornadas, situado en mitad de la tabla. En el siguiente partido visita el Beti-Onak de Pamplona, verdugo del Guardés en la primera jornada.
