El veterano ojeador de la secretaría técnica tiene decidido retirarse el próximo mes de agosto tras 45 años en el Celta
Como él mismo dice, siempre ha estado "en la sombra". No se ha llevado fotos ni halagos por su proverbial refracción a los medios. Pero lleva 45 años ligado al club celeste, primero como futbolista 10 temporadas, después como entrenador de la base –incluido en el Gran Peña cuando éste era filial celeste– y, desde hace más de tres lustros, descubriendo a los jugadores que después acabaría fichando el club desde la secretaría técnica.
Ahora, cuando ya ha cumplido los 70 años, asume que debe retirarse. Y, si no hay cambio de opinión de última hora, lo hará el próximo mes de agosto, cuando su trabajo en el presente mercado ya esté hecho. "Tengo que jubilarme porque algún día hay que dejar esto. Hay que cuidar un poquito a los nietos. Tengo fecha, pero... Quiero terminar este mercado hasta agosto y después seguramente que sí, me voy a jubilar, lo voy a dejar y me voy a dedicar más a la familia. Creo que es el momento", desvela.
Este mugardés salió del Racing de Ferrol para jugar dos años en el Barcelona antes de sus casi 10 campañas en Vigo. "Se puede decir que llevo en el club desde el año 72 –llegó al final de la campaña 70/71–, que fue la primera vez que jugamos la Copa de la UEFA, siendo el primer equipo gallego que lo lograba. Son 45 años aquí", valora. Desde el año 99, cuando Félix Carnero lo reclamó, "estoy como scouting, de ojeador. He salido mucho por ahí, muchos, muchos viajes... Ahora ya no salgo, se lo dejo a la juventud: a Oubiña, Ratkovic, Bermejo". Ellos serán los que tendrán que recoger su profesional y céltico testigo.n
