MARIO BERMEJO. Delantero del Celta

"Soy muy cabezón y he luchado a muerte por lo que he querido"

Íñigo Martínez comete sobre Mario Bermejo el penalti que significó el 1-1 del Celta ante la Real Sociedad.
photo_camera Íñigo Martínez comete sobre Mario Bermejo el penalti que significó el 1-1 del Celta ante la Real Sociedad.

El cántabro asegura que sintió una "alegría inmensa" al volver a ser titular casi un año después y desea seguir en activo porque físicamente se encuentra bien

El sábado pasado contra la Real Sociedad, Mario Bermejo (Santander, 1978) volvió a ser titular con el Celta casi un año después de la última vez. Atrás queda una grave lesión de rodilla que le tuvo más de seis meses en el dique seco. Como antes de dicho trance, el delantero cántabro afronta el día día con la filosofía de trabajo que le ha llevado a convertirse en uno de los futbolistas más queridos por la afición del Celta. La lucha, el esfuerzo y la capacidad de superación son algunas de las señas de identidad de un jugador que, a sus 35 años, tiene todavía muchas ganas de seguir disfrutando del fútbol.

El sábado volvió a ser titular casi un año después. ¿Qué sintió cuando se vio en el once inicial?
Me sentí muy contento, con ánimo de hacer un buen trabajo, encontrar sensaciones, disfrutar. Fue una alegría inmensa volver a jugar de titular después de tanto tiempo y, además, sacamos un buen resultado. Estoy muy satisfecho por cómo fueron las cosas en general, aunque a nivel personal todavía hay cosas que pueden ir mejor, pero eso lo dan los partidos. Es normal que, después de tanto tiempo, poco a poco uno se vaya encontrando cada vez mejor.

Después del partido reconoció que incluso se había emocionado.
Es que ha sido mucho tiempo. Llevaba muchos años con una continuidad de partidos grande cada temporada, nunca había jugado tan poco ni había tenido una lesión tan grave. Fue una sensación nueva y la emoción se acrecentó con el recibimiento de la gente. Le estoy muy agradecido a todo el mundo que me apoyó, a todos los que estuvieron a mi lado, y ahora hay que seguir trabajando a muerte.

La afición siempre le ha tenido mucho cariño en Vigo y ahora, además, le ven como un ejemplo de superación.
Desde el principio, cuando llegué aquí, enseguida noté el cariño de la gente. Independientemente de que seas más o menos vistoso, porque cada uno tiene sus cualidades y hay jugadores más espectaculares, con más calidad, regate o velocidad, pero la gente valora sobre todo el sacrificio, el trabajo, el esfuerzo, la entrega. Creo que es lo que se nos debe exigir a cada uno de nosotros, independientemente de que las cosas te salgan mejor o peor, que des el máximo de tus posibilidades, que no quede nada dentro de ti. Creo que la gente ha valorado eso en mí desde el principio y a mí me congratula. No siempre consigues dar tu mejor versión, pero yo siempre lo he intentado.
¿Esa filosofía de trabajo se adquiere con el paso de los años o usted se comportaba de la misma manera cuando era un chaval?
Siempre he sido así, siempre he sido muy luchador, muy cabezón. Si he querido algo, he luchado siempre a muerte por conseguirlo. Con el paso de los años, lo que cambia es que vas puliendo ciertas cosas. Pero la filosofía de trabajo, mi carácter, siempre ha sido ése. Recuerdo que mis padres, mi hermano, mi familia, que son los que me conocen a la perfección, siempre me decían qué cabezón era, siempre trabajando, siempre corriendo, siempre ayudando en casa a hacer diferentes labores. Siempre era el primero a prestarme a hacer las cosas. Es algo con lo que naces, el carácter de cada uno, y a medida que pasa el tiempo vas aprendiendo muchas cosas que te ayudan, pero yo creo que eso lo llevas dentro y yo lo llevaré siempre porque soy así.

¿Ese carácter puede marcar en muchos casos la diferencia entre los jugadores que hacen carrera como profesionales y los que se quedan en el camino aun siendo más talentosos?
Entre otras cosas. Pero no es una cuestión sólo de carácter. Hay gente que igual no tiene tanto carácter, en el sentido en el que estamos hablando, pero que han sido constantes en el trabajo. Quizás yo he tenido un poco de las dos cosas. Es verdad que he tenido compañeros con muchísima más calidad que yo, con unas condiciones innatas para el fútbol espectaculares y no han podido llegar, por causas propias o ajenas, pero esa lucha, esa constancia y esa entrega a mí sí que me ha valido. Entre otras cosas, porque también hay que tener unas condiciones importantes para el fútbol. Unos tienen habilidad, regate, velocidad o defensa y otros ataque, lucha, remate, fuerza…. Es lo bonito del fútbol, que engloba a muchos tipos de personas, todos diferentes, en busca de un mismo objetivo que se puede alcanzar por muchos caminos.

Una de sus cualidades, además del trabajo, es el gol. ¿Ahora que está jugando con más asiduidad, su objetivo es volver a marcar?
Está claro que uno de tus objetivos, sobre todo cuando eres delantero, es hacer goles. En mi recuperación he ido planteándome metas. Al principio era entrar en convocatorias, luego ir jugando algunos minutos, ahora ir sumando algún partido de titular y dentro de esto, siempre buscas el gol. He tenido algunas ocasiones, como el cabezazo que salió por encima del larguero contra el Athletic y alguna más contra el Barcelona, pero eso te lo da ir encontrando sensaciones en el campo. Porque físicamente estoy bien, incluso mejor que la temporada pasada, pero necesitas volver a tener sensaciones dentro del campo, movimientos con los compañeros, coordinación… y eso es algo que te lo da el paso de los partidos. Pero está claro que uno de los objetivos es volver a marcar, me haría ilusión y sería un gran premio.

Muchos futbolistas, cuando duermen, sueñan que disputan partidos importantes y marcan goles decisivos. ¿A usted no le pasa, no sueña con volver a marcar goles con el Celta?
Sí, alguna vez pasa, pero los sueños son sueños y lo importante es la realidad. Y la realidad es que el trabajo diario me va a hacer poder jugar minutos, y el jugar minutos me va a dar la posibilidad de marcar goles. Al final todo se fundamenta en lo mismo, en trabajo, constancia, pelea, en no bajar los brazos cuando no juegues. Y no lo he hecho aunque ha habido momentos duros porque en muchas convocatorias he estado con el equipo pero no he podido jugar. Son momentos duros porque tú sientes que todavía no te llega esa oportunidad. Pero, al final, esa constancia te permite mejorar a nivel físico y, además, el míster te da la recompensa. Y ahora hay que seguir adelante. Mi deseo a nivel colectivo es ganar el domingo al Almería y lograr la permanencia y, a nivel individual, seguir acumulando minutos y marcar goles.

¿Ahora que está entrando en el equipo, le apena ver que sólo quedan cinco partidos?
Sí, el otro día hablábamos un poco de eso. Algún compañero decía que a ver si finiquitábamos y acababa la temporada y me preguntaban si no estaba deseando terminar, y yo le respondí que estaba deseando que durara un año más, que hubiera otra temporada más a continuación. Después de un año tan difícil, aunque son circunstancias que uno tiene que asimilar y llevar con naturalidad porque hay cosas en esta vida mucho peores que una lesión de rodilla, por eso lo he llevado de una manera positiva apoyado por la gente que tengo a mi alrededor y por los aficionados que me han animado, ojalá hubiera un ‘play-off’ o algo para que la Liga durase mucho más. Pero la realidad es que quedan cinco partidos, hay que disfrutarlos al máximo y luego Dios dirá lo que pasa.

El primero de esos partidos llega el domingo en Almería. ¿Cree que ganando la salvación estaría hecha?
Casi hecha, o podría estar finiquitada la semana siguiente. Pero va a ser un partido muy difícil porque el Almería juega en casa y sabe que su permanencia pasa por ganar los partidos que tiene en su estadio y luego intentar puntuar fuera. Para nosotros es muy importante porque tenemos al alcance de la mano cumplir el objetivo que nos habíamos propuesto: conseguir la salvación sin sufrir tanto como el año pasado. Vamos en muy buen camino, al principio de temporada todos habríamos firmado esta situación, y ahora podemos dar un paso definitivo, así que vamos a ir a muerte en un partido en el que nos jugamos tanto como ellos porque también queremos asegurar la salvación.

La temporada pasada, el Celta sumó más puntos en la recta final por la situación en la que estaba. ¿La necesidad convierte al Almería en un rival más peligroso’
Depende del carácter que tengan ellos. Nosotros, el año pasado, por suerte fuimos un equipo muy unido a nivel de vestuario, fuerte mentalmente, y supimos sobreponernos a una situación límite. No sé cómo estará el Almería, si será capaz de sobreponerse o tendrá ese ambiente en el vestuario. Todo influye. Pero a nosotros nos tiene que importar poco, debemos centrarnos en nuestro trabajo, en ser fuertes nosotros y planteárnoslo como una final. Si ganamos esta final, estamos salvados; si no, estaríamos en dificultades. 

El técnico del Almería es Francisco Rodríguez, con quien compartió vestuario y que además es de su misma quinta. ¿Cómo siente ver a ex compañeros entrenando ya en Primera División?
Es bonito ver gente que después de haber vivido contigo momentos importantes, porque en Almería logramos un ascenso, tiene ahora esa oportunidad. Además, Francisco es de Almería y es muy querido allí. Está bien que esté al mando del equipo, la pena es que están en una situación difícil, aunque por otro lado es normal porque acaban de ascender y la Liga está muy igualada. Le deseo lo mejor, que se salven siempre y cuando a nosotros no nos afecte, y que a Francisco le vayan bien las cosas porque es un buen tipo y está haciendo un buen año.

¿Usted se ve en el banquillo a largo o corto plazo?
Pronto no, porque siempre he dicho que si físicamente me encuentro bien y tengo oportunidades, voy a seguir jugando al fútbol. No me gustaría seguir jugando simplemente por el hecho de ganar dinero, sino porque es lo que me gusta, porque es mi vida y porque a pesar de tener 35 años, me entusiasma cumplir objetivos. Me encantaría el año que viene seguir en un equipo en el que tuviera un objetivo deportivo ambicioso. Ésa es mi meta y físicamente me encuentro muy bien. No encuentro diferencias con las condiciones físicas que tenía hace tres años cuando llegué, así que seguiré trabajando para demostrar que todavía puedo aportar mucho en el mundo del fútbol.

¿A día de hoy, cree que la temporada que viene seguirá en el Celta?
No puedo saberlo porque dependo de lo que quiera el club cuando acabe la temporada. No es algo que ahora mismo esté próximo porque queda un mes de competición y lo principal para nosotros es cumplir nuestro objetivo y, a nivel individual, seguir demostrando que soy un jugador competitivo y una persona ambiciosa. Si luego consideran que puedo encajar aquí, fenomenal.

En la noche del martes acudió junto a muchos compañeros a la inauguración de la peña del doctor Cota. Una vez más quedó claro que es una persona muy querida en el vestuario.
Sí. Yo, aunque llevo poco tiempo aquí en comparación con otros compañeros que lo conocen desde hace muchos años, tengo que decir que para mí, antes de la situación profesional, está la personal. Desde el primer día conecté muy bien con él. Es una persona de fútbol porque fue jugador y sabe distinguir los buenos y malos momentos que atraviesa el futbolista y es muy importante para nosotros dentro del vestuario porque en los malos momentos es el primero que te va a animar, a dar un abrazo. Y los jugadores que hemos tenido la desgracia de pasar momentos psicológicamente duros por las lesiones, ha sido el primero en estar ahí. En lo personal no es un diez, es un veinte. Es una persona que se hace querer y yo lo considero un amigo antes que doctor. Todos le queremos mucho y le tenemos un aprecio inmenso.n

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