El Porriño cayó en semifinales

Balonmano

El conjunto porriñés cayó eliminado en la semifinales ligueras tras no ser capaz de cambiar en la prórroga la tendencia negativa que arrastró del partido ante el Elche

La pivote viguesa Carmen Prelchi trata de encontrar a Malena Valles en presencia de Mica Casasola durante el encuentro de ayer Elche.
La pivote viguesa Carmen Prelchi trata de encontrar a Malena Valles en presencia de Mica Casasola durante el encuentro de ayer Elche.

Se dirá que un partido a 10 minutos determinó ayer que el Porriño no estará en la final de División de Honor y sí el Elche. No es falso, pero no es toda la verdad. Porque la mala dinámica del 30-19 del encuentro previo marcó la eliminación porriñesa. Muy meritoria temporada pese a estos últimos días descorazonadores. Falta el duelo por el tercer puesto.

Para empezar, no era el Porriño irreconocible de la Copa. Lo que ya es importante. Pese a que el Elche, más exigido por objetivos y por el resultado de la ida, tomó el mando desde el comienzo aprovechándose de un acierto ofensivo que no tuvieron las visitantes y de que Nicole Molares apareció desde el mismo comienzo negando los extremos al bloque del Louro. Muy bien acompañado en las gradas, por cierto.

Con todo, el Porriño tenía su capacidad competitiva encendida. Como tantas otras veces, comenzó desde la defensa, un 6.0 presionante que empezó a enturbiar los ataques ilicitanos y que hizo aparecer en portería a Ana Belén Palomino. Las exclusiones locales ayudaron a equilibrar el duelo hasta el 8-8 (m.20).

Pero la recta final de la primera parte no le sentó nada bien al Porriño. Exclusiones -la segunda de Prelchi, absurda, y la primera de Buforn, en acción ofensiva tras tiempo muerto propio- y precipitación pese al pulso de Bono. Un 14-11 al descanso que pudo ser mucho mejor. Una distancia lo suficientemente cercana como para no pensar, tal vez, todavía en la prórroga.

Todavía, porque el arranque de la segunda parte mantuvo la tendencia de acierto local y de desacierto visitante. La distancia, que era asequible al descanso, se escapó en diez minutos a los seis goles. Y, lo que es peor, el tiempo muerto subsiguiente de Isma Martínez dio lugar a un error en ataque y una distancia mayor. Ya no había posible vuelta atrás.

Apenas tres goles porriñeses en el primer cuarto de hora de la segunda parte sentenciaba el partido. La prórroga ya era una realidad y se avanzaba hacia ella con malas sensaciones: sin ritmo defensivo, con Buforn y Casasola casi desaparecidas, Nicole Morales parando, Danila So encontrando la portería, pérdidas… Los dos equipos empezaron a reservar jugadoras. Pero en el caso del Porriño, volver de una desconexión así no es nada sencillo, por mucho que el tiempo extra se empiece de cero.

Ese de cero en el caso del Porriño se extendió toda la primera parte de la prórroga. Porque la tendencia no cambió por arte de magia, en un ambiente muy favorable, lógicamente, al Elche. Una falta en ataque, dos pérdidas propias y dos paradas de Nicole Morales -clave-, una en un siete metros, resumen los primeros cinco minutos porriñeses. 3-0 y a remar.

Pero el mar era ajeno. Maider Barros marcó desde el extremo pero fue un oasis. La defensa presionante fue el último estertor del Porriño en la Liga. Pese al final, muy meritoria temporada.

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