Cuando no se espera, cuando el tren parece haber partido ya, las sensaciones pueden ser un poco mejores. Paulina Pérez Buforn, la jugadora zurda del Porriño, disputó dos partidos con la selección española la pasada semana. Los primeros que jugaba de carácter oficial a sus 25 años. Atrás quedó un amistoso por 2017 y otras muchas convocatorias, selecciones B y concentraciones. “Esperanza de estar no es la palabra. Siempre he tenido la ambición de merecer estar por lo que hago jugando, entrenando, con mis compañeras, con mi actitud… Después, puede darse o no. Creo que así debe entenderse ser deportista de alto nivel”, expresó la jugadora ibicenca.
La opción le llega en los dos encuentros previos al Mundial, que comienza en la última semana de noviembre y, logicamente, poder estar allí es una “ilusión”. “Ahora tengo más puntos porque es la tercera actividad seguida a la que voy y era una competición oficial. Tiene que significar algo que hayan contado conmigo de nuevo. Tengo mucha ilusión”, reitera la zurda que, curiosamente, fue llamada para cubrir el puesto de extremo, aunque habitualmente juega de lateral.
No obstante, en la concentración y en los partidos, ocupó ambas demarcaciones. “Compaginé las dos y también hice varios papeles en defensa. Ahora, llevo unos partidos cayendo en el extremo en el Porriño y también en la etapa en el Guardés pasé seis meses allí por la lesión de Rosario Urban. Hay que entenderlo en función de las compañeras que tengo y de la competición internacional”, relata la zurda. En todo caso, lo importante es poder continuar en las Guerreras, independientemente de la función. “Si lo que hago puede aportar al equipo, iré contenta. Si va otra compañera que puede hacer más que yo, animaré a las chicas", concluye.
Eso sí, ya vio el calendario por si tiene que ir a la concentración y puede tomar unos días antes de descanso. En caso de reducirse este asueto, “será por buen motivo”. Sería entrar en la lista de Ambros Martín para un Mundial que determinará los grupos del preolímpico e, incluso, dará una clasificacion para los Juegos, aunque solo al ganador. Eso sí, el seleccionador nuevo confía en Paulina Buforn y así la convocó en las últimas ocasiones, pero no soltó nada sobre el futuro. “No tuve conversaciones referentes a convocatorias futuras y creo que es positivo porque te permite tener el foco en lo que haces en cada momento. Lo agradezco porque, lo que tiene que venir, ya vendrá”, resume.
Sobre lo sucedido, fueron dos partidos y unos días de gran disfrute personal. “He disfrutado mucho y creo que se ha visto en los partidos. Y, aunque no se pudiera ver, también en los entrenamientos”, relató la zurda. Eso sí, se reivindica como jugadora en el extremo, pero también admite que “considero que soy lateral, que mis características son para ese puesto, aunque entiendo que antropométricamente no mido 1.80 metros para estar ahí. Pero las mejores zurdas del mundo son Anna Vyakhireva y Norma Mork, que miden lo mismo que yo y creo que Vyakhireva aún pesa menos. Igual hay que cambiar el concepto que tenemos de jugadora", añade. Eso sí, si la selección la sigue convocando para el extremo, "porque es el lugar en el que puedo aportar”, adelante.
