Balonmano

La mascota del Balonmano Porriño cobró vida y cuerpo

El búho salió escogido hace más de un lustro y este curso tomó forma con notable éxito.
photo_camera El búho salió escogido hace más de un lustro y este curso tomó forma con notable éxito.
Lou, la mascota del Balonmano Porriño, que comenzó con un concurso escolar, se plasmó esta temporada en la pista

Lou salió del papel y, más de un lustro después, resucitó y cobró cuerpo en el Municipal de O Porriño. En todos los encuentros de las formaciones sénior de categoría estatal se puede encontrar al búho louriñés en mitad de la pista, con la camiseta de la entidad para saludar a los jugadores y, sobre todo, encender el ambiente en la grada en la que se encuentran los niños, que este año se multiplicaron en el recinto deportivo con los partidos del Balonmano Porriño y, en especial, con el Conservas Orbe, la formación de División de Honor femenina, buque insignia del club. 

La mascota no es nueva, es una vieja conocida en el club porque su diseño tiene más de un lustro. “Se hizo un concurso escolar con la anterior directiva y salió escogido. Es un búho de nombre Lou”, explica el actual presidente de la entidad, Abel Estévez. La denominación es, lógicamente, por la comarca da Louriña. Su fecha de creación exacta se desconoce, debido al cambio en la dirección. “Creo que fue hace unos diez años o así”, añade Alba Rodríguez, responsable de prensa del club. “Se utilizaba en campañas de promoción y en diseños, pero fue este año cuando comenzó a ir a los partidos de forma permanente”, añade. 

El proceso resultó más sencillo de lo que puede parecer y se gestó en la casa del presidente Abel Estévez. Hace unos años, el dirigente, ya con la idea de dar vida a Lou, compró “un traje por Internet lo más parecido posible al diseño”. Y el aterrizaje de la mascota desde China en A Louriña resultó positivo. Quedaban los siguientes pasos por dar. Guardado en la oficina del club, se fue tiñendo de rojo con la camiseta y los colores porriñeses hasta que “esta temporada, fue mi hijo Oier (12 años) el que dijo de ponerse él con la mascota”, reconoce el presidente. Como jugador de cantera, tiene deportistas de referencia, pero también como elemento de animación tiene en quién fijarse: “Fuimos a algún partido de la selección española y se hizo unas fotos con De Rosca -la mascota-. Le hizo bastante gracia”, reconoce Abel Estévez. Y, por lo tanto, Lou cobró vida con el comienzo de temporada y viste la camiseta de Oier. La talla es perfecta. 

“Fue sorpresa para todos. Apareció en los primeros partidos y gustó mucho”, admite Alba Rodríguez. “Sale antes de los equipos. Cuando se canta el himno nuevo, saluda a todas las jugadoras, las nuestras y las del rival y, después, cuando hacen el corrillo, se va a la zona de los niños y da bastante ambiente”, explica la técnica, que también es portera del conjunto filial y, por lo tanto, también saluda a Lou en sus enfrentamientos. Una medida encuadrada dentro de las que realiza el club para añadir ambiente al pabellón y que, hasta ahora, “vimos que gustó mucho a las jugadoras, que mueven bastante las fotos con él en las redes sociales y, claro, sobre todo a los niños. Les encanta cuando sale y está por allí”, admite Abel Estévez.

Crecimiento de la cantera 

La aparición de Lou se circunscribe dentro de las iniciativas del Balonmano Porriño para intentar captar jugadores, añadir ambiente al pabellón y fidelizar a la afición. “Buscamos cosas que atraigan al público. Esta es una de ellas y con muy poca inversión, la verdad”, reflexiona Abel Estévez. Aunque no es la única actuación porque incrementaron de forma notable la presencia en los centros escolares con “la contratación del entrenador Alberto Vázquez. Tenemos a más de 200 niños en actividades extraescolares y ya tenemos pensado hacer una liga interna”. Será otro capítulo más y, mientras, algunos de estos grupos y los jugadores ya consolidados en la cantera de la entidad disfrutan con la aparición de Lou en cada encuentro en el Municipal. “Siempre se va a la zona donde están las escuelas y montan bastante jaleo”, resume Alba Rodríguez. Es el encanto de una buena mascota, que gusta a niños y también a mayores, aunque estos lo demuestran menos. Lou, el búho porriñés. 

Un pájaro que se une a la larga lista de mascotas que acuden a pabellones y recintos deportivos con diferente éxito. No es el único en el área de Vigo porque también el Valinox Novás tiene al jabalí Catafinto y el Rápido de Bouzas, aunque con menos consistencia, saca de vez en cuando a su ‘lince’. En Galicia, en los últimos años, destaca ‘Maximus’, la mascota del Breogán, muy popular gracias a ganar los concursos de baile en la Liga ACB. En su caso, su fama es tal que vende minipeluches o realiza spots publicitarios. En la memoria de los aficionados del Celta permanece celestino que, en el museo del club, espera que algún día sea devuelvo a la vida sobre el campo. Y es que la vida de las mascotas siempre es impredecible. Nunca se sabe cuándo llegará la popularidad ni la decadencia.

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