El danés llegado del Tour, gran favorito en O Gran Camiño

Caminaba el pelotón hacia el techo del Tour de Francia. Estaban en las rampas del Telegraphe, camino de la cumbre del Galibier. Y allí arrancó Primoz Roglic, después lo hizo Jonas Vingegaard y salió a todo Tadej Pogacar. Se estaba haciendo la historia en los míticos Alpes y al ganador del Tour 2021, el ‘niño prodigio’ del ciclismo mundial, terminó cediendo ante el danés llegado del frío y explotado en la maquinaria del Jumbo Visma, el mejor equipo del mundo. En ese puerto mítico, Vingegaard comenzó a ganar la ronda francesa y, unos meses después, está en Galicia, en la salida de O Gran Camiño, para comenzar la temporada y, si todo marcha bien, abrir el palmarés de triunfos de 2023.

En la muralla de Lugo hoy y en Santa Trega, mañana, se podrá ver a una auténtica estrella del ciclismo mundial en la segunda edición de la nueva ‘Volta a Galicia profesional’. Y, además, se busca el sucesor de un mito del ciclismo español porque la edición inaugural la conquistó Alejandro Valverde, que en las carreteras autonómicas firmó la última de sus victorias como profesional. Superó las 130.

El danés encabeza la lista de favoritos para sucederlo y, realmente, una victoria de cualquier otro ciclista de los que toman hoy la salida será una sorpresa. La oposición la encabeza el propio Movistar, que presenta una formación de nivel con el luso Ruben Guerreiro y el escalador colombiano Iván Ramiro Sosa como bazas. Otros nombres destacados son Jesús Herrada e Ion Izagirre, en el Cofidis; David de la Cruz, en Astana y, entre los conjuntos que no son del World Tour, destacan Jefferson Cepeda (Caja Rural) y Lorenzo Fortunato (Eolo-Kometa).

La presencia de Galicia en O Gran Camiño está limitada a cinco ciclistas. El cambadés Ángel Sánchez (Mortagua), el pontevedrés Gillermo García (Radio Popular), el ourensano Carlos Canal (Euskaltel) y el dúo del Tavira formado por el moañés Delio Fernández y el redondelano Samuel Blanco. “Por lo que estuvimos viendo, esta primera etapa es más dura de lo que preveíamos. Las carreteras son estrechas y, en la última parte, hay bastante dureza. No creo que llegue un grupo grande, incluso puede llegar un escapado porque el día invita a ello”, expresa el chapeleiro Blanco sobre la primera etapa de hoy entre Lugo y Sarria. Blanco estará supeditado al equipo, aunque espera “poder dejarme ver porque es la carrera de la tierra”.

Cerca de Blanco estará el morracense, que, además, ejerce de líder del APHotels and Resorts - Tavira. Coincide con su compañero al advertir que “a etapa é máis difícil do que parece. Hai moito desnivel e as estradas son estreitas. A propia etapa vai crear desgaste”. Sobre el final destaca que es complicado porque “ascéndese un porto por unha estrada estreita, baixamos pola mesta estrada estreita e desemboca a 500 metros de meta. Sen transición, será un sprint moi condicionado por esta velocidade e o grupo chegará desfeito. Soamente poderán loitar pola vitoria os que vaian diante”, relata. Sobre su actuación personal indica que “imos a ver o nivel e tamén o tempo. En función diso, intentarei estar o máis adiante posible. A previsión é de frío e espero que non choiva moito”. De hecho, si cae agua, ese final será muy jugoso para intentar sorprender al pelotón. La encerrona puede ser notable y el día bueno para los especialistas en mal tiempo.n