El equipo leonés dio su mejor versión pese a no jugarse nada y dejó sin Copa a los verdes
El Coruxo cerró ayer con regusto amargo su temporada en Segunda División B. Pese a ser el mejor de los equipos vigueses, pese a estar durante muchos tramos del curso en los puestos altos y pese a conseguir la salvación con dos meses de antelación. Dicen que el sabor reciente es el que perdura en la memoria y el de los verdes es el de la frustración de quedarse sin Copa del Rey tras caer en su visita a una Cultural Leonesa que no se jugaba nada, más allá de congraciarse con su afición después de una nefasta temporada. Precisamente ese detalle, a priori favorable, jugó en contra del equipo de los hermanos Montes, que padeció a la que seguramente es la mejor plantilla de la categoría jugando sin presión. El Rápido tampoco ayudó. La derrota de los aurinegros ante Unionistas permitirá al conjunto charro disputar la próxima edición del torneo del KO.
La igualdad de los primeros compases se rompió cuando Dioni hizo lo que se le presupone: marcar las diferencias. El andaluz adelantó a los locales a los 20 minutos de juego tras un centro de Capilla.
El Coruxo trató de reaccionar, pero la lesión de Manu Justo, que abandonó pematuramente el campo, les restó mordiente. Nada más volver de los vestuarios, Sergio Marcos hizo el segundo y sentenció el choque. En Salamanca, Unionistas también ganaba fácil. Los verdes bajaron los brazos y Kawaya redondeó el marcador en el minuto 82.
Cultural y Deportiva Leonesa:
Morales; Saúl (Juan Rodríguez, min. 62), Bernal, Pablo, Viti Díaz (Jiménez, min. 73); Yeray, Zelu (Kawaya, min. 46); Sergio Marcos, Capilla, Liberto; y Dioni.
Coruxo FC:
Alberto Domínguez; De Vicente(Guille, min. 67), Lucas Puime, Jacobo Trigo, Sergio Rodríguez; Yebra, Barril, Pitu; Juampa, Manu Justo (Thaylor, min. 37) y Silva (Óscar Martínez, min. 73).
Goles:
1-0, min. 20: Dioni; 2-0, min. 50: Sergio Marcos; 3-0, min. 82: Kawaya.
Árbitro:
Rezola Etxeberria (Comité vasco). Amonestó a los visitantes Jacobo Trigo y Barril.
Incidencias:
Último partido de la temporada disputado en el Reino de León, ante 2.000 espectadores, de los cuales medio centenar eran seguidores del conjunto vigués.
