El Celta vuelve a partir de cero

El Celta vuelve a partir de cero en su intento de salvar la categoría en la recta final del curso. Tras perder los dos primeros partidos con Fran Escribá en el banquillo, el equipo celeste empezó a preparar ayer en las instalaciones deportivas de A Madroa la minitemporada de diez jornadas que afrontará a partir del próximo día 30, cuando se enfrentará al Villarreal, un rival directo en la lucha por la permanencia.
El conjunto celeste abrió esta primera semana de parón por los compromisos de las selecciones sin los lesionados Iago Aspas y David Juncá, y sin los seis internacionales que han sido convocados por los equipos de sus respectivos países: el uruguayo Maxi Gómez, el mexicano Néstor Araujo, el turco Okay Yokuslu, el danés Mathias Jensen, el eslovaco Stanislav Lobotka y el marroquí Sofiane Boufal.
El resto de los jugadores de la primera plantilla participaron en una sesión a puerta abierta que completaron también los futbolistas del filial Fran Vieites, Riki Mangana, Dani Vega y Adrián Mancebo.
El objetivo de Escribá es preparar de la mejor manera posible al equipo para disputar las diez finales que restan para acabar la campaña. Para ello, el técnico valenciano podrá contar con toda probabilidad con Iago Aspas, que se encuentra cerca de recibir el alta médica, y que ayer saltó al césped media hora después que el resto del grupo para seguir con su trabajo en solitario, que en esta ocasión consistió en carrera continua sin balón.
El Celta se jugará la salvación en las últimas diez jornadas, aunque su futuro podría quedar aclarado en las tres primeras. En apenas nueve días, del 30 de marzo al 7 de abril, el equipo vigués se enfrentará a dos rivales directos, Villarreal y Huesca, y a la Real Sociedad, conjunto que se encuentra actualmente en tierra de nadie. Dependiendo de los resultados que consiga en esos tres encuentros, el cuadro celeste quedará descartado de la pelea por la salvación o incrementará notablemente sus posibilidades de seguir una temporada más en Primera División.
El concurso de Aspas se presenta como esencial para hacer frente a este tramo final del curso, ya que sin el moañés los vigueses han perdido sus virtudes ofensivas.