Antonio Serrat demuestra con su subcampeonato europeo en sprint su capacidad competitiva tras ser elegido como reserva del equipo español para los Juegos de Tokio
Antonio Serrat (Vigo, 1995) siempre tiene claros sus objetivos. La élite le ha enseñado a mirar siempre a corto plazo y a entrenar a largo. A superar a la mayor brevedad posible los malos momentos y a disfrutar de los buenos. Como el actual, con su subcampeonato en el Europeo Sprint del pasado sábado en la localidad austriaca de Kitzbühel. El revés de no poder seguir entrenando en Estados Unidos no le ha afectado en sus resultados. “Estoy muy contento de la primera parte de la pretemporada”, sostiene a punto de emprender el viaje de regreso a casa.
Habría quien podría sentir chocante dicha afirmación cuando el vigués se ha quedado a las puertas de acudir a los Juegos Olímpicos, siendo elegido el suplente de un equipo que conforman Mario Mola, Fernando Alarza y Javier Gómez Noya. Es lo que tiene competir para el único país del mundo capaz de meter a cuatro representantes entre los 23 primeros puestos del ránking olímpico. Serrat es ese 23; Gómez Noya, el 21. Pero no lo asume como un golpe, sino como una demostración de que está al nivel. “Agradezco a la Federación que me haya elegido como suplente para cubrir una baja que esperemos que no se dé. Dos plazas ya estaban dadas desde 2019 y la tercera estaba claro que era muy complicada. Al final se la quedó Gómez Noya por resultados y por todo lo que ha logrado. Los Juegos son el sueño de todo deportista pero hay muchas otras pruebas", sostiene.
Con su habitual precaución, ni tan siquiera se lanza a ponerse como meta los Juegos de París en 2024. “No me gusta hacer planes muy a largo plazo. Ahora mismo, estoy contento con la primera parte de la pretemporada y sólo pienso en hacer un buen verano”, afirma. En esa preparación estival, en una fase en la que el calendario se relaja por los Juegos, no influirá su condición de suplente del equipo olímpico. “Fuéramos o no a Tokio, tendríamos que seguir entrenando bien. El final de año se prevé cargado de competiciones y no se puede perder la forma ahora para recuperarla después”, explica. Y reitera, cada vez que puede, ese “esperemos que no se dé” en referencia a una posible baja de los tres titulares para la capital nipona.
Por el momento, toca disfrutar del subcampeonato europeo logrado en una cita que estrenaba formato, con semifinales el viernes y final el sábado. “En principio, ése podría ser un hándicap. Pero tras un primer día exigente, me demostré que pude estar delante en una prueba de mucho nivel. Siempre te queda esa sensación de poder haber peleado por el primer puesto, pero estoy contento”, analiza Serrat.
Ya el domingo, tocaron los relevos, pero no hubo suerte. Después de las tres primeras postas, España peleaba por el bronce, pero perdió el paso tras una caída de Sánchez Mantecón. Al final, un octavo puesto que supo a poco.
