Se habla de que cada partido es una final. Es lo habitual en cada final de curso, pero lo cierto es que esta tarde lo es para el Celta Zorka Recalvi. Lo es porque recibe al Jairis de la localidad murciana de Alcantarilla con la necesidad de conseguir una victoria que, de lograrla, es tener pie y medio en la salvación. De no hacerlo, las complicaciones son mucho mayores y obligarán a depender de sumar una victoria más fuera o de esperar a que falle el renacido Spar Gran Canaria.
Ambos conjuntos están con nueve victorias, una menos que el Barça, a falta de tres partidos. El Celta, de ganar hoy, se sitúa con la décima y recibe en la última jornada al Bembribe para la undécima. Al ganar al conjunto isleño en el average particular, las cuentas salen. Pero pasan por el triunfo de hoy ante una formación que es sexta, pero que todavía pelea por meterse en el ‘play-off’ por el título porque el noveno está a una victoria.
“El Jairis viene de perder en Canarias. Es un equipo que ha ido cambiando la plantilla y también a la entrenadora. Creo que está bien construido el equipo, con muchos complementos. Tiene una buena base, buenas tiradoras y recambios que le dan energía. También pívots que van fuerte al rebote. Un equipo muy completo”, explica Cristina Cantero. De hecho, como técnica está una histórica del baloncesto español como es Anna Montañana.
“Tenemos que estar muy concentradas y muy puestas con un gran nivel de básicos que pasan por el rebote, la defensa y también estar bien en ataque. Le pido un esfuerzo al equipo para estos últimos tres partidos. Las jugadoras están con muchas ganas y espero que en Navia, con los nuestros, podamos solucionar los problemas y los momentos de duda”, añade la entrenadora del equipo céltico. Y es que el apoyo del público será fundamental para sostener a un Celta que la pasada semana realizó buenos partidos ante Girona, con victoria, y Zaragoza, con derrota en el último cuarto, pero que también sufrió un notable desgaste. Las jugadoras están todas disponibles, aunque será determinante ver su estado físico contra una formación que goza de una notable rotación y con centímetros en la pintura. Algo que obliga a un notable nivel de desgaste y que combatirán las célticas.
