CONEXIONES FERROVIARIAS

La vía del Miño se queda sin trenes: sólo hay un viaje al día

El apeadero de Pousa, una de las tres estaciones de Crecente.
photo_camera El apeadero de Pousa, una de las tres estaciones de Crecente.
El servicio a Madrid por Santiago condena a la línea: los alcaldes del Condado piden un servicio de tren digno y seguro

Con la llegada del AVE a Ourense y el nuevo trayecto para los trenes entre Vigo y Madrid por Santiago, la vía del Miño ha perdido buena parte del tráfico ferroviario con el que contaba. Si antes de la pandemia eran cuatro trenes diarios por sentido los que circulaban por esta vía parando en las distintas estaciones de comarcas como las de Condado y Paradanta, posteriormente fueron recortados a dos, de los que a día de hoy tan solo queda en funcionamiento un viaje diario.

La estación de Salvaterra de Miño, llena de grafitis.
La estación de Salvaterra de Miño, llena de grafitis.

Ante este nuevo panorama, estaciones de municipios como As Neves, Arbo o Salvaterra de Miño a la vez que apeaderos como el de Pousa-Crecente quedan prácticamente sin actividad y con unas instalaciones cada vez en un peor estado de conservación en las que no trabajan empleados de Renfe o ADIF y en las que toda la información a los viajeros se limita a unos papeles en la pared señalando el horario de los dos trenes que las recorren diariamente. Se trata de una situación que limita las comunicaciones de los habitantes de estas localidades y también afectando a los negocios de la zona, principalmente a la hostelería.

La estación de tren de As Neves también se encuentra descuidada.
La estación de tren de As Neves también se encuentra descuidada.

Alfonso Pérez regenta el restaurante Casa Barcia, situado en la Rúa da Estación de Arbo, una calle donde el tren jugaba un papel fundamental para el desarrollo de la actividad social y económica de la zona. Sin embargo, Pérez reconoce que “ahora mismo nos preguntan a qué hora pasan los trenes y ya ni lo sabemos, apenas hay trayectos y además los fines de semana los cambian”. Critica que en este momento “la gente cada vez quiere moverse más en tren y utilizar menos el coche, pero al mismo tiempo nos quitan trayectos”.

La estación de Arbo, sin ningún viajero en sus andenes.
La estación de Arbo, sin ningún viajero en sus andenes.

En la misma línea, Juan Carlos González, vecino del entorno de la estación de As Neves, asegura que las administraciones “deberían ponerse las pilas ahora que el AVE llega a Ourense para permitir conectar también a la gente de esta zona”. Señala que en un momento en el que también está “el aliciente de la nueva estación de Vigo con centro comercial que animaría a mucha gente a dar un paseo por allí, estos horarios lo hacen imposible” y como consecuencia de las cada vez menores frecuencias de trenes apunta a que “está todo muy abandonado y muy mal cuidado”.

"Esta situación afecta al rural y a los negocios"

Alfonso Pérez, del restaurante Casa Barcia, junto a la estación de Arbo.
Alfonso Pérez, del restaurante Casa Barcia, junto a la estación de Arbo.

Alfonso Pérez, de Casa Barcia asegura que la reducción de las frecuencias de los trenes en la vía del Miño está suponiendo un duro golpe para los municipios de la zona, ya que “esta situación afecta a todo en rural y en concreto a los negocios”. En este sentido, explica que “cuando teníamos más trenes también venía más gente a comer y beber, ahora mismo si deciden acercarse a pasar el día no tienen forma de volver”.

También asegura que la vía del Miño “es la ruta en tren más bonita de Galicia, incluso se podrían poner trenes turísticos, pero quieren limitarla al tráfico de mercancías y dejar todo esto abandonado”.

Pero más allá de la situación de la hostelería, explica que “es bastante más difícil hacer vida aquí con estas conexiones”. En concreto destaca el caso de los estudiantes, ya que “mucha gente antes se iba un lunes y volvía el viernes pero ahora los jóvenes no tienen ni para ir a Vigo ni a Ourense, ahora como el tren sale a las tres de la tarde tienen que cogerlos los padres”.

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