Quique Sánchez Flores, entrenador del Getafe, advirtió ayer de que deben "tener precaución" con el Celta, al que se enfrentan mañana, y calificó de "final" el encuentro contra el conjunto gallego por su condición de colista de la clasificación. "El Celta es un buen equipo. Tiene jugadores que combinan muy bien, que son muy distintos arriba, y también tiene extremos que van por dentro y hacen daño con el juego interior", dijo.
"El juego del Celta es conocido pero ha tenido mala suerte en muchos partidos. Por eso creo que hay que tener precaución. Es una final en la que lo que más importa somos nosotros, que queremos estar a un nivel alto", confesó. La pasada jornada, Quique Sánchez Flores dirigió por primera vez al Getafe tras sustituir al destituido José Miguel González ‘Míchel’ y sumó un punto como visitante frente al Levante. "Es un punto de partida donde encontramos muchas cosas que queremos hacer. Nos acercamos en muchas cosas a lo que queremos como base sólida de equipo. Ahora nos miramos e intentamos corregir conceptos para que cada partido podamos hacer algo más", señaló.
El partido frente al Celta será el primero del técnico ante la afición azulona en esta tercera etapa al frente del Getafe. "Estoy con ganas porque han sido dos etapas buenas y lo afronto con mucho cariño y naturalidad. Estos chicos me hacen sentirme entrenador otra vez y las emociones habrá que contenerlas porque tengo que estar pendiente de lo que pase en el campo", apuntó.
Por último, el técnico madrileño opinó sobre Allan Nyom, inédito con Míchel en ocho jornadas y que debutó con Quique la pasada jornada: “Lo conozco bien de mi etapa en el Watford. Es muy obediente, muy formal y un jugador que nos gusta a los entrenadores”
