El Celta abre hoy en Balaídos la antepenúltima jornada de Liga con la necesidad de ganar a un Girona que lucha por clasificarse para la Liga Conferencia, un objetivo que parecía al alcance del propio equipo vigués antes del último parón liguero. Una sola victoria en las últimas nueve jornadas, la que consiguió ante el ya descendido Elche con un gol de Aidoo en el descuento, ha dejado al conjunto de Carlos Carvalhal a cuatro puntos del descenso cuando quedan sólo tres partidos para cerrar la temporada, por lo que el encuentro de esta tarde se afronta ya como una final.
A la mala racha de resultados se ha unido en las últimas semanas un problema aún más delicado: la lumbalgia de Iago Aspas. El moañés se perdió el partido del pasado sábado contra el Athletic tras jugar con dolor los anteriores y, aunque ha entrado en la convocatoria, será duda hasta última hora.
Además, Carvalhal no podrá contar con Fran Beltrán, que se lesionó en la primera parte en San Mamés, ni con Luca de la Torre, que cumple sanción por ciclo de tarjetas amarillas.
Así las cosas, y teniendo en cuenta la acumulación de partidos en pocos días, el técnico celeste volverá a variar el once para la cita con el Girona. El Bilbao, apostó por un dibujo 4-3-3 que podría repetir esta tarde en Balaídos, aunque con otros nombres. En defensa, Hugo Mallo puede recuperar su puesto en el lateral derecho, en detrimento de Kevin, para fomar la línea con Aidoo, Unai Núñez y Javi Galán. En el centro del campo, la baja de Beltrán será cubierta por Tapia, que regresa tras perderse el choque del sábado por sanción, y junto a él se perfilan como interiores Gabri Veiga y Mingueza. Y en ataque, Carles Pérez repetirá por la derecha y, si Aspas no juega o empieza en el banquillo, Seferovic será el encargado de acompañar a Larsen.
Consciente de la importancia de los tres puntos que se ponen hoy en juego, el club ha animado en los últimos días a la afición para que haga un nuevo recibimiento al equipo y varios jugadores, entre ellos los tres capitanes, enviaron ayer mensajes en las redes sociales para pedir el apoyo de sus seguidores.
Las entradas que se pusieron a la venta se agotaron en poco tiempo y el aspecto que presenten las gradas de Balaídos dependerá de los abonados que se puedan acercar en un horario tan poco propicio: martes a las 19:30 horas.
El Celta tendrá enfrente a un Girona que viene de perder con el Villarreal en el minuto 94 (1-2), pero que hasta entonces llevaba cuatro jornadas sin perder y que ocupa el octavo puesto en la clasificación con 48 puntos, dos menos que el Athletic, séptimo. Para este encuentro, su entrenador, Míchel Sánchez, pierde a David López por sanción y a Riquelme por unas molestias, pero recupera a Oriol Romeu.
