El presidente del Celta tuvo que salir escoltado de Balaídos

Una parte de la grada anima en Balaídos. // J.V. Landín
photo_camera Una parte de la grada anima en Balaídos. // J.V. Landín
Una parte de la afición le dedicó cánticos para que se marchara del club y otros aficionados lo increparon a su salida

El presidente del Celta pasa uno de sus peores momentos en el cargo. Tras el partido ante el Girona, en el que el equipo vigués cosechó un empate, Carlos Mouriño tuvo que salir escoltado por varios agentes de la Policía Nacional del estadio de Balaídos. Tanto él como su hija fueron increpados por algunos aficionados y el mandatario temió por su integridad física.

 

Al finalizar el partido, un sector de la afición ya le había dedicado cánticos para que abandone el club: "Mouriño, vete ya". Tras ello, tuvo que ser escoltado hasta coger su coche, aparcado en la zona de la grada de Gol.

La afición le achaca el estrés de este final de temporada, pero también los malos resultados deportivos del último lustro, llegando agobiados y con la soja al cuello a la última jornada de LaLiga casi siempre. Otras quejas también se refieren a la grada de Marcador, ya terminada, pero que sigue sin abrirse al público. Atrás quedan los tiempos en los que el presidente era idolatrado por su gestión y en el municipal se escuchaba "Solo hay un Mouriño, y no es portugués", en referencia al prestigioso entrenador.

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